El recién retirado de los emparrillados, Tom Brady, al parecer no puede decirle adiós por un momento a la NFL y esta vez regresará a los campos, pero no como como jugador sino como directivo.
Brady, quien para muchos es el mejor mariscal de campo de la historia al tener siete anillos de Super Bowl en su cuenta personal (seis con los Patriotas de Nueva Inglaterra y uno con los Bucaneros de Tampa Bay) decidió convertirse en socio minoritario de los Raiders de Las Vegas, a espera de la aceptación de la liga.
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El actual mandamás de los “Malosos”, Mark Davis tuvo una semana complicada al recibir la noticia y la oferta de Brady de unirse a los Raiders como propietario, pero entre los días 22 y 23 de mayo accedió a integrarlo como dueño del equipo.
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El Allegiant Stadium, hogar de los Raiders, será la casa del Super Bowl LVIII y, mientras el segundo estadio más caro de la NFL se prepara para recibir la máxima fiesta, Tom Brady estaría recibiendo jugosas ganancias.
Cabe destacar que se reunirá con un viejo colega, donde compartió viejas glorias y a quien le transmitió todos sus conocimientos: Jimmy Garoppolo, quien tendrá la responsabilidad de comandar al equipo hasta el Super Bowl en su casa: La estrella de la muerte.
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Mark Davis no ocultó su emoción de integrarse al equipo junto a Brady, quien estaría uniéndose a George Halas y Jerry Richardson como un ex-jugador que se convierte en propietario.
“Estoy emocionado de que Tom se una a los Raiders; es grandioso porque será el tercer jugador en la historia de la NFL en convertirse en propietario“, señaló.
Para que el acuerdo llegue a una finalización, se requiere la aprobación de al menos 24 de 32 de los dueños de los equipos de la NFL durante los próximos meses.
Independientemente de lo ocurrido con la junta de dueños, Tom Brady tiene asegurado un contrato más que lucrativo como comentarista principal para la cadena Fox Sports por los próximos 10 años y 375 millones de dólares, a pesar de ser un jugador retirado sigue en la boca de todos.