No fue hasta la celebración de la Primera Copa Mundial en 1930, que la industria del cine latinoamericano y el mundo del fútbol se encontraron cara a cara. Con la llegada del cine sonoro, alrededor de 1933, las grandes industrias cinematográficas de Argentina, México y Brasil comenzaron a desarrollar filmes de gran calidad.
Fue durante la década dorada del cine mexicano, en los 40, que saldría uno de los primeros éxitos de películas con un tema futbolístico, Los Hijos de Don Venancio (1946).
Dirigida y protagonizada por Joaquín Pardavé, junto a Horacio Casarín, uno de los más importantes jugadores de la primera mitad del siglo XX en el balompié mexicano, es la primera cinta en mostrar cómo los mexicanos vivían el fútbol en aquellos días, con la ardiente afición hacia su Selección que, al final del día, todos los latinos comparten. El triunfo de la película en la taquilla daría comienzo a un subgénero de películas con temas futbolísticos en México, aunque aún no sería el tema central en muchas de las producciones.
El cine argentino no se quedaría atrás. Pelota de Trapo (1948) dirigida por Leopoldo Torres Ríos puede ser considerada la primera superproducción de una película futbolística. Contaba la historia de un chico de clase baja, apodado ‘Comeuñas’, que soñaba con poder comprar una pelota de cuero. Con sus amigos del barrio crean un equipo llamado Sacachispas y entrenan para poder ser cracks del fútbol.
Tal fue el éxito de la película que ese mismo año se fundó el Sacachispas Fútbol Club, club que aún existe en Buenos Aires. Al año siguiente, junto al triunfo de la Selección Argentina en el Sudamericano de Guayaquil, lanzaron otro éxito, Con los mismos colores (1949), una película con la participación de Alfredo Di Stéfano (Club Atlético River Plate), Norberto Méndez (Racing Club) y Mario Boyé (Club Atlético Boca Juniors).
Ya que el cine tardó en desarrollarse en el resto de países latinoamericanos, los máximos exponentes fueron durante varias décadas México y Argentina. Muchas de las películas de este género que siguieron durante la otra mitad del siglo XX tenían tintes de comedia o melodramas donde el deporte se dejaba en un plano secundario.
México sería un gran escaparate para las comedias de fútbol con cintas como El Chanfle (1979), que es quizás una de las mejores comedias mexicanas de la década de los 70. Estuvo dirigida por Enrique Segoviano y protagonizada por Roberto Gómez Bolaños conocido por su papel del Chavo del 8.
El nuevo cine latinoamericano del XXI, entre biografías y conflictos políticos
Durante el siglo XXI, el cine latinoamericano del balompié parece haber tomado una vuelta hacia un género biográfico resaltando a las estrellas del fútbol que han nacido en las últimas décadas y también un cine influido por los conflictos políticos de los años 70 y 80 en los países latinoamericanos.
En la primera década del siglo XXI, son las películas de Maradona, leyenda indiscutible del fútbol, las que más protagonismo tienen en la gran pantalla, como lo son las películas argentinas “Amando a Maradona” (2005) , “El camino de San Diego” (2006) y “Maradona, la mano de Dios“ (2007). Otras películas como la brasileña “Pelé eterno” (2004) y “Messi” (2014) cuentan la historia de los ídolos del fútbol latinoamericano, o el documental de Netflix: Pelé (2021).
Durante la segunda década, parecen haber abundado más las películas con tintes políticos. Así como Uno, la historia de un gol (2010) , un documental uruguayo sobre la clasificación salvadoreña al Mundial de España del 82, en medio de una guerra civil que dividió al país centroamericano durante doce años y dejó más de 75 mil muertos. Democracia a blanco y negro (2015), una película sobre la figura controversial del futbolista del Corinthians, Socrates, quien junto a otros futbolistas impulsaron el rechazo a la dictadura brasileña de los años 80. Y Fuertes (2019), película boliviana sobre el enfrentamiento armado entre Bolivia y Paraguay conocido como La Batalla de La Cañada, donde los miembros del plantel futbolístico The Strongest se unieron a la batalla.
No hay que olvidar a “Metegol” (2014), la primera producción argentina en 3D y una de las producciones de animación latinoamericanas más ambiciosas, bajo la dirección del ganador del Óscar, el argentino Juan José Campanella, inspirada en Memorias de un wing derecho, de Roberto Fontanarrosa.
Con el boom del cine latinoamericano en los últimos años y el reconocimiento mundial que ha recibido por varias nominaciones y galardones en premios internacionales, la nueva década para las producciones latinas parecen verse prometedoras. Uno de los últimos grandes proyectos es la serie-documental de Amazon Prime dirigida por el argentino Alejandro Aimetta, “Maradona: Sueño Bendito” que se estrenó el 29 de octubre.
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