Mijaín López es, sin duda alguna, el mejor luchador olímpico de la historia, y es que su imponente físico y su fuerza descomunal, lo han llevado a colgarse su cuarta medalla de oro, algo jamás antes visto en los Juegos Olímpicos.
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La presencia del cubano en Tokyo 2020 era señal segura de un podio inigualable para romper con todos los libros de los récords y engrandecer su hegemonía en la lucha grecorromana; por lo que López no defraudó ni un solo instante, y el fruto de ello, lo hizo subirse este lunes a la cima del olimpo en la categoría de los 130 kilogramos tras superar al georgiano Iakobi Kajaia.
EL REY DE LA LUCHA GRECOROMANA 130 kgs
El #CUB Mijaín López es el 4to. deportista que gana 4 medallas de #oro en la misma prueba individual. #wrestling
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— Telemundo Deportes (@TelemundoSports) August 2, 2021
La hazaña ya está escrita gracias a las horas de dedicación, disciplina y esfuerzo de Mijaín, por ende, previamente al arranque de estos Juegos, había declarado que sería su última participación en combate; sin embargo, tras la conquista de la presea olímpica dejó en el aire un posible quinto ciclo para París 2024 a sus 41 años, apuntando que solo hay una cosa clara: “Mijaín está vivo”.
“No quiero decir ni que sí ni que no, pero para todos, Mijaín está vivo”, afirmó.
“Me siento feliz, orgulloso de ser el mejor del mundo y de hacer historia. He tenido una larga carrera, trabajando duro para conseguir estos objetivos y batir este récord”, añadió el luchador.
A sus 38 años de edad, López se ha convertido junto al esgrimista Ramón Fonst, en el deportista más exitoso de la isla caribeña con cuatro campeonatos, un nicho que no se veía desde hace 117 años, superando los tres oros de los boxeadores Teófilo Stevenson y Félix Savón.
De igual manera, el cinco veces campeón del mundo y de Juegos Panamericanos, es el luchador con más conquistas consecutivas en todos los Olímpicos tras su dominante recorrido desde Beijin 2008, dejando atrás los tres títulos del ruso Alexander Karelin, quien tocó la gloria de Seúl 1988 hasta Atlanta 1996.
“Creo que solamente estoy cumpliendo con mi trabajo”, comentó a Olympics.com. “Estoy cumpliendo con lo que aprendí, con lo que me enseñaron mis antecesores, mis padres, mis hijos, mis abuelos… Creo que estoy transmitiendo al mundo que, por muy grande que seas, siempre la humildad va a ser más grande que la virtud”.
“Los Juegos Olímpicos son lo más importante para cualquier deportista. Tenemos que estar en la élite muchos años. Creo que es algo muy, muy grande, muy emocionante”, destacó.