La tenista australiana Ashleigh Barty (1°) se quedó con el Miami Open (cemento/outdoor) en una final inconclusa por el retiro de su oponente, la canadiense Bianca Andreescu (9°). La máxima favorita y campeona defensora del torneo se imponía por 6/3 y 4/0, cuando la octava preclasificada optó por abandonar el partido llevado a cabo en el court Grandstand del complejo Hard Rock Stadium.
Con este festejo en el WTA 1000 de Miami, Barty alzó el décimo trofeo de su carrera y el segundo de la actual temporada, tras quedarse con el WTA 500 Yarra Valley Classic, disputado en su país natal. Además, se afirma como líder del ranking mundial, mientras que su vencida en el estado de Florida subirá a la sexta colocación.
La doble campeona del certamen estadounidense fue superior a Andreescu desde el comienzo del encuentro decisivo y lo cristalizó quedándose con comodidad el primer set. El segundo parcial fue un monólogo de la oceánica, hasta que la jugadora norteamericana decidió abandonar la pista por indicación de su preparador físico, después de que sufriera una caída fortuita en el tercer game del segundo capítulo, en pleno concierto tenístico de Barty.