La historia comenzó en Las Vegas, Nevada, en el Madalay Bay Resort & Casino, el 3 de mayo de 2003. Oscar de la Hoya derrotó por nocaut técnico al mexicano Luis Ramón ‘Yori Boy’ Campas. Esa noche marcó el inició de una tradición boxística de hispanos en Estados Unidos, en el marco de la Batalla de Puebla, día conmemorativo en la historia de México, pero que en el país de las barras y las estrellas lo celebran con vehemencia y que se ha convertido en un día oficial de fiesta y que el boxeo ha sabido aprovechar ampliamente.
Oscar de la Hoya peleó tres veces más en este día de “fiesta” contra Ricardo Mayorga en 2006, Floyd Mayweather Jr. en 2007 y contra Steve Forbes en 2008. Desde entonces, y gracias a la tendencia encabezada por el pugilista, el Cinco de Mayo se convirtió para el boxeo en una de las fechas “mexicanas” obligadas en Las Vegas.
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Y es que, más allá de discutir sobre cuál es el verdadero motivo por el que se celebra el Cinco de Mayo en Estados Unidos, esta fecha adquirió un sentido emocional para los migrantes mexicanos alejados de su tierra y que vieron en las peleas de Oscar de la Hoya, la oportunidad de sentirse representados por un estadounidense con sangre mexicana y validar el amor a su país aún estando lejos.
Oscar de la Hoya y su doble nacionalidad
De padres mexicanos, Oscar de la Hoya siempre ha demostrado un profundo amor y respeto por sus dos naciones, por lo que se ha convertido en un ejemplo que representa la herencia hispana en Estados Unidos.
De la Hoya nació en Los Ángeles, California, el 4 de febrero de 1973 y creció en Montebello. Continuando con el legado boxístico por parte de su padre y su abuelo, se inició en el pugilismo amateur con más de 200 victorias, ganó los Guantes de Oro en peso gallo en 1989 y el campeonato de Estados Unidos de 1990 en peso pluma.
Obtuvo medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92 en la categoría de peso ligero. A partir de entonces fue apodado como el “Golden Boy”. Ese medalla se la dedicó a su madre, quien había fallecido meses antes de la competencia.
En dicha competencia, elevó las banderas mexicana y estadounidense luego de ganar la presea en la pelea final. “Eso lo tenía que hacer para representar a mi familia mexicana y mi país que es México, porque de corazón siempre me he sentido mexicano y al mismo tiempo estadounidense por nacer en Los Ángeles”, recordó De la Hoya en una conferencia que ofreció al recibir la carta de naturalización como mexicano en 2002.
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Con ocho títulos mundiales: Superpluma OMB (1994 con una defensa); ligero OMB (1994 con 6 defensas); ligero FIB (1995); superligero CMB (1996-1997 con una defensa); welter CMB (1997-1999 con 7 defensas); superwelter CMB (2006-2007 con 4 defensas); superwelter AMB (2002 con una defensa) y mediano OMB (2004), Oscar de la Hoya consolidó una carrera llena de éxito y reconocimiento a nivel internacional.
Sin embargo, no todo fue miel sobre hojuelas respecto a la relación de Oscar de la Hoya con México y los mexicanos. Durante su adolescencia no hablaba español y prefirió representar a Estados Unidos en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92. En 1996 se enfrentó al legendario Julio César Chávez y los aficionados no le perdonaron que, en menos de 10 minutos, le arrebatara el título welter ligero por nocáut técnico en el tercer asalto. Dos años más tarde se repitió la historia, dejando malherido en el octavo episodio al máximo ídolo del boxeo mexicano.
Con el transcurrir del tiempo, Óscar de la Hoy se dio cuenta de la importancia del público mexicano en su carrera, aprendió español de forma fluida y solicitó la nacionalidad mexicana.
“Este es un momento muy especial en mi vida. Me hace sentir más orgulloso de mis raíces y, como siempre he dicho que México tiene a los mejores boxeadores del mundo, ahora me pueden incluir en ese grupo”, resaltó el ‘Golden Boy’ quien, además de vencer a Chávez en dos ocasiones, también venció a otros mexicanos como a Jorge ‘Maromero’ Páez en 1994 y a Miguel Ángel González en 1997.
Reivindicándose con el público mexicano en Estados Unidos, Oscar de la Hoya fue el protagonista habitual de las peleas del Cinco de Mayo en Las Vegas, sin embargo, en 2007 perdió contra el estadounidense Floyd Mayweather Jr. y, a partir de entonces, parecía que México había sido despojado de la “fiesta patria”. Fue hasta que Saúl ‘Canelo’ Álvarez redimió a los mexicanos con sus nocauts sobre James Kirkland en Houston en 2015 y a Amir Khan en 2016.
Oscar de la Hoya anunció su retiro del pugilismo el 14 de abril de 2009 y, aunque en varias ocasiones hubo rumores acerca de un posible regreso a los cuadriláteros, no se ha concretado. Incluso, ya estaba todo pactado para que se enfrentara a Vitor Belkfort el 11 de septiembre, en el Staples Center, en Los Ángeles. Sin embargo, tras contagiarse de COVID, tuvo que cancelar su tan esperado regreso.
Además, lejos de alejarse del mundo boxístico es fundador y director de Golden Boy Promotions, empresa promotora de boxeadores y está asociado con Bernard Hopkins. Por todo su largo recorrido en el mundo boxístico y por mantenerse fiel a sus raíces mexicanas, pero triunfando en Estados Unidos, Oscar de la Hoya es y será considerado y celebrado como un gran representante de la herencia hispana.