Derrick Rose, el jugador más joven en ganar el premio al Jugador Más Valioso (MVP) de la NBA, ha anunciado oficialmente su retiro del baloncesto profesional tras 16 temporadas en la liga. Su carrera, marcada por momentos de grandeza y dolorosas lesiones, dejó un legado que será recordado tanto por lo que logró como por lo que pudo haber sido.
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Rose irrumpió en la NBA en 2008 cuando fue seleccionado como la primera elección del draft por su equipo natal, los Chicago Bulls. Desde el comienzo mostró su calidad, ganando el premio al Novato del Año y, solo tres años después, se convirtió en el MVP más joven en la historia de la liga, con 22 años.
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Durante esa temporada 2010-2011, promedió 25 puntos y 7.7 asistencias por juego, llevando a los Bulls a un impresionante récord de 62 victorias.
Sin embargo, su brillante carrera se vio truncada en los Playoffs de 2012, cuando sufrió una devastadora lesión en la rodilla que cambiaría el rumbo de su trayectoria.
Un desgarro del ligamento cruzado anterior (ACL) lo dejó fuera de las canchas por una temporada completa, y tras su regreso, una nueva lesión en el menisco de la otra rodilla complicó aún más su recuperación.
Rose continuó su carrera con varios equipos de la NBA, incluidos los New York Knicks, Cleveland Cavaliers y Minnesota Timberwolves, pero nunca volvió a alcanzar el nivel de excelencia que mostró en Chicago.
A pesar de esto, su tenacidad y amor por el juego le permitieron mantenerse en la liga como un valioso jugador de rol.
En su despedida, Rose expresó que está en paz con su decisión, agradeciendo a las ciudades donde jugó por su apoyo. Publicó anuncios en periódicos locales para rendir tributo a las aficiones que lo acompañaron en su recorrido, un gesto que refleja su gratitud hacia el deporte y su comunidad.
“Sabiendo que di todo de mí en el juego, me siento seguro de mi decisión. El baloncesto fue solo el comienzo para mí. Ahora, es importante que le dé todo a mi familia, ellos se lo merecen”, dijo Rose en declaraciones a ESPN.