Manchester City tuvo que esperar hasta los penales para poder quedarse con la primer Supercopa de su historia y aunque fue muy superior al Sevilla en los 90 minutos, el drama tuvo un papel protagonico en Atenas.
Manchester City se devoró los primeros quince minutos del partido, encerró en su cancha al Sevilla que no podía cruzar la media cancha y de no ser por Bono, el marcador se hubiera abierto temprano.
Sevilla aguantó los primeros lapsos del partido y cuando por fin tuvo la pelota, logró cruzar media cancha y luego de un centro desde la banda izquierda, Youssef En-Nesyri le ganó la espalda a Nathan Aké y al reciente fichaje del City, Gvardiol.
A partir de ahí vimos desde luego otra postura del Manchester City y una diferente del Sevilla también, el cuadro español sabía que con el 1-0 el contragolpe podía ser una arma letal y el City se le fue encima.
Cole Palmer, la nueva joya del Manchester City
La segunda mitad arrancó como la primera, solo que Manchester City estaba en desventaja y la fórmula del Sevilla era simple, aguantar atrás y salir de contra para tratar de liquidar la final pero no funcionó
Manchester City no dejó de buscar el empate y llegó luego de un centro a segundo palo que remató con mucha clase Cole Palmer, un futbolista que reclama minutos en el primer equipo, que tiene mucha clase y que se gana un lugar cada partido.
El empate mandó el juego a la tanda de penales aunque antes Nathan Aké pudo liquidar el partido pero Bono (figura del partido) mandó la pelota a córner cuando el City lo tenía arrinconado
Desde los once pasos, Manchester City tuvo una tanda perfecta no falló nadie y Gudelj encardado de cobrar el último penal del Sevilla estrelló la pelota en el poste y así el equipo de Pep Guardiola conquista la primer Supercopa de su historia