Después de criar a un par de mellizos durante 16 años a los cuales su esposa le hizo creer que eran sus hijos, el camerunés Geremi Njitap —exjugador del Real Madrid— descubrió el cruel engaño y de inmediato solicitó el divorcio.
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Luego de jugar un par de temporadas en su país, el mediocampista africano optó por acelerar su madurez futbolística primero al emigrar a Sudamérica, donde jugó para el Cerro Porteño de Paraguay, en 1997.
Posteriormente, Njitap logró abrirse las puertas del balompié europeo a través de Turquía y de ahí dio el salto a España para militar en el Real Madrid, equipo donde a lo largo de tres temporadas conquistó en dos ocasiones la Champions League, una LaLiga y una Super Copa.
Su calidad en el mediocampo, así como en la lateral derecha, despertó el interés del Chelsea de Inglaterra por ficharlo de tal suerte que su aporte fue vital para ganar en un par de ocasiones la Premier League.
De ahí en adelante su carrera comenzó a venir a menos y sobre el final de su ciclo profesional volvió a jugar en la liga turca hasta retirarse en el fútbol griego en 2011.
A nivel de selecciones, Njitap participó en tres ediciones de la Copa Africana de Naciones y en una Copa del Mundo. Además, formó parte del plantel ganador de la Medalla de Oro en los Juegos Olímpico de Sidney 2000.
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Tres años antes de retirarse como futbolista en activo, el camerunés embarazó a su pareja Laure quien dio a luz a unos mellizos, el 5 de junio de 2008.
Desde entonces, Geremi Njitap se dio a la tarea de consolidar una familia e incluso, en 2012, se casó con la que suponía era la madre de sus hijos.
Por alguna razón hasta el momento no difundida, el exfutbolista comenzó a dudar sobre la paternidad biológica de sus hijos y entonces optó por someterse a un examen de ADN cuyos resultados fueron devastadores, pues no le arrojaron ningún nexo biológico con los adolescentes que crio y educó durante 16 años.
Después de enfrentar a su esposa para que le dijera la verdad, Njitap descubrió que los hijos de su mujer eran producto de una relación que ella sostenía con otro hombre quien en el pasado había su pareja.
Sin dudarlo, el exfutbolista quien en la actualidad tiene 45 años, solicitó el divorcio.
“En el inicio de esta unión, la esposa no dejó de mentir, presentando como suyos a los hijos gemelos, lo que motivó al casamiento.
El descubrimiento por parte del marido de que dichos hijos eran los de su anterior pareja alterará la armonía familiar.
Una prueba de paternidad realizada lo confirmó, obligando a su esposa a confesar”, señala parte del acta de divorcio difundida por el diario camerunés L’Actu.