Gerardo Arteaga, futbolista mexicano, sostuvo entrevista con el influencer Gabriel Montiel, conocido como ‘Werevertumorro‘ y dio a conocer que no fue parte de la Selección Olímpica Mexicana de Jaime Lozano debido a que su adaptación a Bélgica fue complicada y se encontraba viviendo una depresión en ese momento.
Además de discutir diversos temas, uno de los más importantes fue el cambio tan importante que significó moverse en tiempos de pandemia de México a Bélgica: “me vine literalmente solo. En esos tiempos Bélgica tenía cerradas fronteras […] estuve desde agosto hasta febrero solo hasta que vino mi novia”, dijo el joven lateral izquierdo.
El oriundo de Guadalajara se desarrolló en el Santos Laguna de Torreón desde 2013, cuando tenía 15 años. Ahí cumplió con el proceso de categoría inferiores. En 2016 debutó en la Liga MX y sus buenas actuaciones, así como su proyección a futuro, hicieron que emigrara a Europa con el Genk de Bélgica en 2020.
Relata que en la pretemporada de cara al año futbolístico 2020-2021 estaban en Monterrey entrenando, cuando le informaron de la oferta: “¿Bélgica? Pues bueno, yo la verdad no conocía nada de la liga de aquí” comenta el futbolista. De igual manera, una vez en Europa, recuerda la dificultad que tuvo para comunicarse dentro o fuera del club, pues no sabía hablar inglés. Incluso, el equipo le asignó un chofer que dominaba el español y, dice, “él me ayudaba con todo”.
“Me desesperaba. Iba yo a comprar algo, al súper y si se me complica algo ¿cómo le voy a hacer? ¿cómo le voy a explicar? Luego luego al traductor”.
La debacle de Gerardo Arteaga
Las duras restricciones por la pandemia de COVID-19 hicieron que las fronteras de Bélgica estuvieran cerradas por meses. Dentro de la ciudad, que cuenta Arteaga es pequeña y no tiene muchas formas de distracción, también todo estaba restringido y era complicado encontrar algo qué hacer.
“Aquí no hay mucho que hacer y la vida es muy diferente a México. En México agarras tu carro, te sales y vas a cualquier lado. Aquí nada, hasta con la comida batallaba. Aquí casi no tengo amigos”.
De esa manera vivió Gerardo, y el sueño europeo que todos persiguen pronto se había convertido en una pesadilla. “Entré como en una depresión que fueron como 2 o 3 meses donde no dormía en mi cuarto. Dormía en la sala con la tele prendida porque me sentía sólo. Llegaba de entrenar, aventaba la mochila, me sentaba en el sillón y no comía ni cenaba […] me sentía encerrado”.
La presencia de su novia, que viajó como turista y sólo se les permite la estancia durante 90 días máximo, significó una gran ayuda para el zapopano. Por ello, se atreve a decir que cuando ella lo acompañó, es cuando mejor jugó y cuando mejor le fue.
Posterior a ello, recuerda que después de esos días en Bélgica, fue convocado por la Selección para concentrarse de 2 a 3 semanas en Estados Unidos para después viajar al país azteca y nuevamente concentrarse en el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de cara a los Juegos Olímpicos. Es decir, no tendría vacaciones ni oportunidad de visitar a su familia, a quienes tenía más de un año sin verlos y ése era su mayor deseo.
Así, cuenta que “ya no aguantaba. Cuando fui a Selección estuvimos como 3 semanas concentrados en Estados Unidos y yo me sentía igual hasta en el hotel. Volvemos a México al CAR y también me sentía encerrado”. Por ese motivo, buscó al ‘Jimmy’ Lozano y habló con los directivos, que buscaron soluciones, pero el tiempo apremiaba y, como dice Arteaga, al final le pidieron una respuesta, pues era un “vas o no vas”.
De inmediato llamó al entrenador del Genk para contarle lo que estaba viviendo y buscar un tiempo libre para estar con la familia antes de la temporada. Para fortuna de Arteaga, fueron comprensivos, le otorgaron las vacaciones con tal de que la situación mejorara y Gerardo estuviera al 100% y fue ahí cuando tomó la decisión.
Frente al cuerpo técnico y sus compañeros comunicó su decisión: “yo quería ir (a los Juegos Olímpicos), ese día que les dije yo estaba llorando porque sabía la oportunidad que tenía y era un torneo donde sabía que iba a jugar, pero no iba a estar bien de mi cabeza al 100%”.
Ahora, cuenta que está llevándolo mejor, pues su novia ya vive con él, sus hermanos han ido a visitarlo y ahora planea llevar a sus padres, quienes no han estado con él en el país europeo. Sus planes son seguir igual como ha venido trabajando, específicamente cuidarse más en alimentación y descanso de cara al Mundial.