El delantero de la selección de Egipto y del Liverpool, Mohamed Salah, fue elegido por la revista de moda masculina GQ, en su edición de Middle East, como personaje del año.
En la sesión fotográfica posó con la modelo brasileña, Alessandra Ambrossio, que fue elegida como ícono de la moda. Los dos personajes fueron homenajeados en Abu Dhabi, nada más y nada menos que el Museo del Louvre de la capital de los Emiratos Árabes Unidos. El futbolista dedicó el premio a sus fanáticos, pero especialmente a los de su tierra natal.
Hasta allí todo salió a la perfección, pero luego los musulmanes más conservadores lo han criticado por las fotos publicadas. La sesión dejó como resultado fotos llenas de energía, alegría y buena onda, pero sus detractores dicen que se muestra demasiado cercano a la modelo de alta costura, algo inconcebible para un musulmán.
“Me avergüenzas como musulmán”, escribió uno de sus seguidores. “Imagina si una mujer hace algo similar”.
Salah al parecer hizo caso omiso a las críticas, pues no ha hecho declaraciones al respecto y tampoco borró las fotos de su cuenta de Instagram.
Salah se casó en 2013 con Maggi. La pareja tiene una hija, Makka, nacida en 2014, lleva el nombre en honor de la ciudad sagrada islámica de La Meca. Es usual que el jugador de 27 años celebre los goles realizando el sujud, que es una postura de adoración a Dios, cuando se arrodilla e inclina la cabeza hacia el suelo.