No terminó todavía el Nole-Gate, la novela que tiene en vilo a casi todo el mundo y que excede los límites del microclima del tenis. Novak Djokovic ganó un capítulo muy importante de la trama el día lunes, después de que el juez Anthony Kelly fallara en su favor revocando la cancelación de su visa.
Djokovic se hallaba confinado desde el 4 de enero en un hotel para inmigrantes imposibilitados de ingresar al país, porque las Fuerzas Fronterizas de Australia habían rechazado su visado. La decisión del primer magistrado le permitió circular libremente por Australia y ahora utiliza el tiempo para prepararse con vistas al gran objetivo por el cual viajó a la ciudad de Melbourne: el Australian Open, certamen que conquistó en 9 oportunidsdes, que coemnzará el 17 de este mismo mes.
Sin embargo, el gobierno australiano no dio por terminado el culebrón. Ahora investiga el asunto desde otro ángulo, buscando inconsistencias en el PCR presentado y también en su documentación. Una de las cuestiones es que Djokovic declaró ante las autoridades de migraciones que no había viajado al extranjero desde Serbia, cuando es de público conocimiento que arribó al aeropuerto de Melbourne desde España. De ser ciero, esta mentira le puede salir muy cara al tenista serbio, ya que dicha infracción es sancionada con una pena de hasta 12 meses de prisión.
En cuanto a sus pruebas PCR, claves para poder acogerse a la exención sanitaria propuesta por el estado de Victoria, a donde pertenece Melbourne, el periodista del diario New York Times, el estadounidense Ben Rothenberg, denunció irregularidades en ellas. El colega indicó que escaneó el análisis de Djokovic en la aplicación QR y en primer término mostró un resultado positivo, pero la segunda constatación fue negativo. Muy raro, aunque una falla en el sistema puede ser el motivo de las diferentes secuelas. Nole se realizó el último estudio el 16 de diciembre pasado.
Derrotado judicialmente el Ministerio del Interior, hay otra cartera que puede activar otra vez el Nole-Gate: la del Ministerio de Inmigración de Australia, cuyo mandamás es Alex Hawke. Mientras tanto, Djokovic se entrena en las instalaciones del Melbourne Park, focalizándose en el plano deportivo y tratando de no pensar en lo extra tenístico. Vaya trabajo mental para el número 1 del circuito ATP, quien quiere olvidarse de los vericuetos legales y ser el máximo ganador de Grand Slams en la historia del tenis, privilegio que por ahora comparte con el español Rafael Nadal (6°) y el suizo Roger Federer (16°).