El delantero del Manchester United recibió una noticia proveniente de su país a través de la cual se le obliga a demoler parte de una de sus lujosas propiedades.
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Ubicada en la localidad de Geres, en el extremo noroeste de Portugal, se encuentra una mansión que Cristiano Ronaldo mandó construir a cambio de 2.7 millones de euros.
El objetivo del astro lusitano era estar cerca de la naturaleza. Sin embargo, también decidió construir una cancha de tenis y un anexo sin solicitar el permiso correspondiente a las autoridades en una zona que es considerada reserva natural.
Al percatarse del hecho, Manuel Tibo, alcalde de Geres, determinó que las ampliaciones realizadas en la propiedad deberán demolerse a más tardar en marzo del próximo año.
“En un primer momento, nos presentó un proyecto y fue aprobado. Ronaldo construyó su propiedad, pero también edificó fuera de los límites permitidos y, aunque no es nada significativo, es ilegal”, señaló.
Bajo este planteamiento, no hay manera de apelar la determinación y el delantero portugués deberá acatarla, pues de lo contrario le podrían establecer una sanción más severa por desobedecer a las autoridades.