El mítico número 10 argentino Diego Armando Maradona nació el 30 de octubre del 1960 en Lanús en el hospital “Evita”, pero se crió en Villa Fiorito, una zona muy pobre al sur de la provincia de Buenos Aires. Es considerado por muchos, junto a Pelé y a Messi, como el mejor jugador de la historia del fútbol.
Maradona fue el quinto hijo de Diego Maradona y Dalma Salvadora Franco “La Tota”. Desde muy chico su vida estuvo ligada a un balón de fútbol, no le interesaban mucho los estudios, pero pasaba horas haciendo malabares con la pelota. Su depurada técnica la desarrolló en un potrero llamado “Las siete canchitas”. Apenas a los 15 años debutó en primera con Argentinos Juniors.
En 1979 alzó la Copa Mundial Juvenil en Japón y en 1981 firmó con Boca Juniors y consiguió su primer campeonato de liga. En 1982 dio el gran paso al fútbol europeo con Barcelona. Ese mismo año se jugó la Copa Mundial de fútbol. El Mundial de España y fue una gran decepción porque existía una gran expectativa con la selección albiceleste y con Maradona, pero lo que se recuerda de él en ese torneo es la expulsión en el último partido que jugó Argentina ante Brasil por una patada que le propinó a Batista.
Su paso por Barcelona estuvo plagado de lesiones y enfermedades. Tuvo problemas con árbitros, jugadores, directivos y entrenadores. En vista de sus actitudes polémicas y de no rendir como se esperaba el presidente del FC Barcelona, José Luis Núñez, aceptó una oferta del Napoli y fue transferido al Calcio. Años después Maradona confesó que su primer contacto con las drogas lo tuvo en Barcelona.
En Italia las cosas fueron muy diferentes a nivel futbolístico. Debutó con el Napoli en 1984 y el equipo del Sur de Italia hasta el día de hoy lo proclamó como un auténtico santo salvador.
En 1986 ganó con Argentina el título mundial en México y se convirtió en el mejor jugador del planeta. Contra Inglaterra marcó el “Gol del Siglo” y el de “La Mano de Dios”.
En la temporada 1986-1987 lideró al Napoli y el equipo celeste conseguiría su primer scudetto de la historia y la Copa de Italia.
En 1990 Argentina se ubicó en el segundo puesto en el Mundial de Italia y luego vendría la debacle de Maradona. En 1991 dio positivo por cocaína y fue suspendido por 15 meses.
Luego jugó en Sevilla, Newell’s Old Boys y Boca. Volvió a la selección argentina en 1994 para jugar el Mundial de Estados Unidos. Dio positivo a efedrina, norefedrina, seudoefedrina, norseudoefedrina y metaefedrina luego del partido ante Nigeria y fue suspendido por otros 15 meses como jugador.
Luego protagonizó otra fase de su carrera, esta vez como director técnico, al dirigir a Deportivo Mandiyú, Racing FC, la Selección de Argentina, Al Wals FC, Al Fujairah S. C., Dorados de Sinaloa y hasta el día de su muerte al Gimnasia y Esgrima de la Plata.
Las polémicas no cesaron en su vida personal, junto a sus controversiales posiciones políticas. Fue una figura probablemente similar a Evita, con la que se asociaron los desposeídos y aquellos que clamaron por justicia social.
Para las nuevas generaciones quedará solo la imagen reciente del director técnico de Gimnasia y Esgrima, con la mirada perdida, dificultad para caminar y hasta para respirar. Cuando murió no era ni la sombra del hombre que con garra, magia, técnica y determinación dribló a seis ingleses en lo que se conoce como el mejor gol de la historia de los mundiales.
Ese es el Diego Maradona que el mundo recordará. El mejor Diego, el futbolista, la leyenda.