LaLiga: Termómetro de la 23ª jornada

Madrid (EFE).- Termómetro de la vigésima tercera jornada de LaLiga Santander:

— SUBEN:

– Isco Alarcón: apareció cuando el Real Madrid lo necesitaba, en un partido que se puso en contra en El Sadar, donde siempre es máxima la exigencia. Fue protagonista con el balón, dejando muestras de su calidad en transiciones e imponiendo un buen criterio, pero también con un derroche físico que hace tiempo no se le veía. Marcó el tanto que levantó a su equipo. No marcaba en Liga desde el 31 de marzo. Con Zinedine Zidane recupera su verdadera identidad.

– Jorge Molina: se disfrazó de Romario para marcar un golazo que habría firmado el brasileño ante el Valencia, en pleno recital del Getafe en un Coliseum Alfonso Pérez entregado. Nadie puede asegurar que tiene 37 años y brilla aún más que en sus inicios. Es una de las claves del éxito de un equipo que se asienta en puestos de Liga de Campeones, bautizado por su entrenador José Bordalás como el Cid Campeador, al que todos siguen.

– Alexander Isak: a su exhibición en el Santiago Bernabéu le sumó en su siguiente partido otra actuación decisiva para dar el derbi vasco a la Real Sociedad. Entró a los 54 minutos, inventó el gol de Portu con una acción preciosa pegada a una banda y marcó el tanto del triunfo en la semana más grande posible para el equipo txuri-urdin. Su crecimiento es imparable y pone cara a William José la titularidad.

– Pione Sisto: la gestión de Óscar García de un acto que reprochó a Pione Sisto, cuando fue sustituido ante el Eibar entre gestos de queja por la decisión técnica, le dio el premio ante el Sevilla. Pudo apostar por mano dura pero por el bien de su equipo tiró de diplomacia y el extremo danés de origen sursudanés le premió con el tanto de la remontada que saca al Celta de Vigo de los puestos de descenso.

— BAJAN:

– Mouctar Diakhaby: firmó un partido para el olvido en el Coliseum Alfonso Pérez, representante de la fragilidad defensiva de un Valencia desconocido. Lo dejó sentado Jorge Molina en su gol y acabó el partido con gestos de desesperación, incluso parándose en la jugada del última tanto de Jaime Mata. Se le abrieron las puertas de la titularidad ante la lesión de Ezequiel Garay y mostró que le queda mucho para igualar el nivel.

– Tomáš Vaclík: el Sevilla se desplomó en Balaídos en un partido en el que nunca transmitió seguridad Vaclík. Lo comenzó regalando el balón al rival en un inicio de jugada y lo terminó con otro mal despeje que costó caro. El balón cayó a un futbolista del Celta de Vigo que lanzó la rápida transición para conectar con Pione Sisto que marcó el tanto de la remontada. El portero solo pudo pedir perdón tendido en el césped, consciente de su error.

– Iker Muniain: representó la impotencia que siente un jugador en un partido tan especial como un derbi. Había inventado el empate del Athletic Club en el Reale Arena, con robo de balón, carrera y asistencia a Iñaki Williams, pero la Real Sociedad volvió a golpear en los últimos minutos. Su reacción estuvo fuera de lugar con una entrada durísima abajo a Mikel Oyarzabal que pudo causar una lesión importante. Se marchó del campo con una roja directa y digiriendo una derrota que nunca quiere encajar.

– Mallorca: cae a zona de descenso el equipo balear en una dinámica negativa, con cuatro derrotas consecutivas, y pagando caro ser el peor visitante de LaLiga Santander. Solo un punto en once salidas y la última derrota ante un rival directo como el Espanyol, al que resucita y mete en la pelea por la salvación. Tres partidos seguidos lejos de Son Moix sin marcar le ponen en situación de riesgo.

(c) Agencia EFE