La victoria de Buster Douglas sobre Mike Tyson es considerado por muchos la mayor sorpresa del boxeo, pero también han habido otros sorpresivos desenlaces en que estuvo envuelto un peleador latino.
FOTO: MARK ROBINSON/MATCHROOM BOXING UK
El 11 de febrero de 1990 un relativamente desconocido James “Buster” Douglas sorprendió al mundo del deporte al vencer por nocaut al entonces campeón peso completo Mike “Iron Man” Tyson en Tokio, Japón.
En esa época Tyson parecía ser indestructible hasta que se topó ante Douglas, quien en el 10mo asalto conectó un brutal “uppercut” seguido por una combinación de tres golpes que dejaron al “Hombre de Hierro” de espaldas en la lona y luego de rodillas buscando su protector bucal antes de recibir el conteo final.
Para muchos el triunfo de Douglas ha sido la mayor sorpresa del boxeo, pero la historia también ha estado repleta de otros sorpresivos desenlaces en que estuvo envuelto un peleador latino, sea como ganador o perdedor. Recordemos 10 de estas grandes peleas donde los favoritos de las apuestas y de los expertos cayeron ante sus rivales.
Desde el momento que Andy Ruiz Jr. fue anunciado como reemplazo de Jarrell “Big Baby” Miller para retar al campeón peso completo Anthony Joshua, el mexicano se convirtió en blanco de burlas por su físico regordete y las pocas posibilidades que se le daba de ganar el combate del 1ro de junio del 2019.
Al final, los músculos afilados de Joshua no pudieron con el corazón de guerrero de Ruiz, quien estremeció al mundo del boxeo con su victoria por nocaut técnico en el Madison Square Garden para convertirse en el primer campeón mexicano de la máxima división al conquistar los cetros de la Asociación Mundial de Boxeo, la Federación Internacional de Boxeo y la Organización Mundial de Boxeo.
Ruiz, entró al combate desfavorecido por 11-1 en las apuestas de Las Vegas, visitó la lona en el tercer asalto producto de un gancho de izquierda. Sin embargo, el mexicano se levantó, y en un abrir y cerrar de ojos, lastimó malamente a Joshua a quien derribó en dos ocasiones.
Luego, en el séptimo capítulo, le repitió la dosis al púgil británico, que aunque se reincorporó no convenció al árbitro Mike Griffin de que quería continuar, y el tercero en el ring decidió ponerle fin a la contienda.
Con apenas 21 años y un récord inmaculado en 31 peleas, el panameño “Mano de Piedra” Durán optó por realizar una pelea a 10 asaltos ante el puertorriqueño De Jesús sin arriesgar el cetro ligero que cinco meses había conquistado.
En el primer asalto De Jesús atizó un gancho de izquierda que puso en la lona a Durán, y desde ahí en adelante, el panameño no pudo encontrar su ritmo durante la pelea, careciendo de su acostumbrada agresividad. Al final, perdió por decisión unánime, un resultado inesperado por sus fanáticos y los expertos, aunque el istmeño luego vengó el revés en dos ocasiones.
Trienta y seis asaltos no fueron suficientes para dirimir quién era el mejor entre ambos ya que los tres combates anteriores terminaron con decisiones cerradas y polémicas. Por eso, llegó la cuarta edición que terminó de la manera más inesperada: Pacquiao inconsciente sobre el ring.
Luego que ambos intercambiaron caídas en la primera parte llegó el momento definitorio en el sexto capítulo cuando Márquez atizó el “golpe perfecto” en la boca del filipino, que cayó de frente para no levantarse. Fue un final explosivo que dejó muchos preocupados por lo violento del golpe del mexicano.
El denominado “César del Boxeo” llegó al combate invicto en 90 combates y con el cinturón superligero del CMB para enfrentar a un estadounidense que no parecía una amenaza seria y era desfavorecido en las apuestas por 18-1.
Randall, sin embargo, dominó las acciones durante la mayor parte del duelo y no se intimidó ante la presencia del legendario Chávez e intercambio golpes, llevándose la mejor parte. Inclusive, el mexicano visitó la lona por primera vez en su carrera en el 11mo asalto y también fue penalizado dos puntos por golpes bajos duraante la contienda, y al final perdió por decisión dividida.
El mexicano Barrera llegó al duelo en medio de una racha de triunfos sobre la crema y nata del peso pluma, incluyendo Naseem Hamed, Erik Morales y Johnny Tapia, entre otros, y Pacquiao era relativamente un desconocido. Sin embargo, esa noche en San Antonio nació una nueva estrella cuando el filipino dominó desde la primera campaña a Barrera, quien visitó la lona dos veces antes que su esquina pusiera fin a la contienda.
Vernon Forrest llegó a este combate en la cima del peso welter luego de dos victorias consecutivas sobre Shane Mosley hasta que se topó con el nicaragüense Ricardo “Matador” Mayorga, quien hablaba hasta por los codos y hacía alarde de potente pegada.
Aunque el norteamericano partía como gran favorito, Mayorga salió como un toro dispuesto a todo y lo derribó en el primer asalto. Dos asaltos después, el nicaragüense
terminó la masacre con otro derechazo, sacó un cigarillo y comenzó a fumar en plena entrevista. Seis meses después volvió a imponerse a Forrest.
Cuando el argentino Baldomir subió al ring del Madison Square Garden pocos le daban posibiliddes de ganarle a Judah, el campeón unificado del peso welter que con un triunfo sellaba una cita con Floyd Mayweather Jr.
Pero Baldomir demostró que en el boxeo nada está escrito y dominó al estadounidense -que por momentos olvidó lo que estaba en juego- por decisión unánime para cumplir un sueño campeonil que parecía imposible.
Si bien De la Hoya ya no era el “Golden Boy” de antes, el mexicoamericano venía de darle un combate muy competitivo a Floyd Mayweather Jr., además de conseguir triunfo sobre Stevie Forbes y Ricardo Mayorga.
Muchos consideraban que Pacquiao estaba en desventaja física en 147 libras ya que sólo había peleado por encima de las 135 libras en una ocasión, pero pasó todo lo contrario. El filipino vapuleó durante ocho asaltos a De la Hoya, quien tiró la toalla antes del noveno acto, y el triunfo catapultó a Pacquiao como la nueva figura del boxeo.
Williams, campeón welter de la OMB, estaba programado para unificar el cetro contra Kermit Cintrón, quien se lesionó durante los entrenamientos, y optó por enfrentar a Quintana. El boricua no era considerado un peligro luego de ser vapuleado por otro campeón welter, Miguel Cotto, en cinco asaltos, pero Quintana hizo la pelea perfecta y se impuso por decisión unánime ante la sorpresa de todos.
Once meses después que Williams se impuso al argentino Martínez por una controversial decisión mayoritaria, llegó el momento de la revancha para despejar las dudas.
Se esperaba otro combate entretenido y de mucha acción, y así comenzó, pero la pelea terminó de manera abrupta y dramática en el segundo asalto cuando Martínez atizó un gancho de izquierda a la quijada de Williams, quien quedó cayó de cara en la lona y casi inconsciente.
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