Shohei Ohtani: el Samurái del “Yakyu” y del Clásico Mundial

El Monte Fuji, el Templo Sensoji, el Nihonbashi o las Ruinas del Palacio Heijo, han puesto a Japón en el centro del mundo a lo largo de la historia. El béisbol, no está alejado de esa tónica. Desde que en 1882 se implementó por primera vez la palabra béisbol como “Yakyu”, el crecimiento del ‘Rey de los Deportes’ en el país nipón, no es de extrañarse.

Como toda buena historia tiene su protagonista, en los últimos años Japón ha visto nacer a un nuevo Samurái, quien tomó un bate como su katana para enaltecer el orgullo de su tierra. Shohei Ohtani, es el nuevo estandarte de los diamantes.

Shohei Otani es único en su especie. A lo largo de casi 150 años de historia en las Grandes Ligas, grandes nombres han desfilado, entre ellos el de Babe Ruth, un pelotero todo terreno jamás visto, hasta que se dio a conocer el japonés Shohei Ohtani, quien es la gran sensación del béisbol y, sin lugar a dudas, lo será en el V Clásico Mundial de Béisbol (WBC).

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El pelotero de 28, de Los Ángeles Angels, ha maravillado al mundo debido a su ambivalencia en el terreno. Cuando sube a la lomita como pitcher provoca estupor con la ‘bazooka’ que tiene por brazo derecho y, cuando se planta en la caja de bateo, deja a todos atónitos con sus potentes cuadrangulares.

El pelotero nipón fue nombrado Novato del Año de la Liga Americana en 2018 y en 2021 fue el MVP del mismo circuito, además fue el primer jugador en la historia de MLB con más de 10 jonrones y más de 20 bases robadas como bateador, y más de 100 ponches y más de 10 apariciones como lanzador en la misma temporada, además es el primer jugador en la historia en ser All Star como lanzador y bateador, titular en ambas posiciones, en el Juego de Estrellas.

El inicio de su ascenso

Pero para llegar al punto de establecerse como el pelotero más mediático de la actualidad, ‘Sho-Time’ tuvo que demostrar desde muy pequeño sus habilidades. Su padre era beisbolista amateur, pero fue él quien le inculcó el amor por la pelota con 108 costuras. Fue así que Ohtani, con apenas 18 años de edad, conseguía lanzamientos de 99 millas por hora.

Shohei sabía que sus capacidades lo podían llevar a las Grandes Ligas mucho antes de lo pensado, pero una propuesta de los Fighters de la Liga Japonesa lo hizo permanecer en la isla y debutó como profesional en 2013, cuando fue nombrado Novato del Año.

Tres temporadas más tarde, las estadísticas del nipón se proyectaron y mostró ser una “doble amenaza”, un fenómeno como pocos se han visto. Logró un promedio de bateo de .333 y pegó 22 cuadrangulares, mientras que como pitcher tuvo una efectividad de 1.86 en 21 partidos, además terminó con marca de 10-4 y ponchó a 174 rivales en 140 innings.  Sin duda fue el MVP de la Liga del Pacífico.

La hora de la verdad en la MLB

Gracias a su exitoso paso de cinco temporadas en Japón, en los que consiguió un promedio de .286 y 48 vuelacercas, además de marca de 42-15 y 2.52 de ERA, los equipos de las Grandes Ligas deseaban reclutarlo, pero Shohei Ohtani finalmente optó por formar parte de Los Ángeles Angels en 2017.

En su primer año, Ohtani se consagró como Novato del Año a pesar de no haber concluido la campaña debido a una lesión en el ligamento colateral medial del codo, por lo que fue sometido a una operación Tommy John, en la que se sustituye el ligamento destrozado por otro prescindible para el cuerpo. Aún así, promedió .285 en la caja de bateo, impulsó 61 carreras y conectó 22 bambinazos; como serpentinero terminó con récord de 4-2, 3.31 de ERA y recetó 63 ‘chocolates’.

Ohtani, al nivel de Babe Ruth

Shohei de inmediato fue comparado con el legendario Babe Ruth, quien poseía un récord con vigencia de casi 100 años, ya que en 1919 conectó 29 jonrones y lanzó 133.1 entradas, con Boston Reds Sox. Desde entonces nadie había pegado más de 20 jonrones y lanzado al menos 50 innings en una campaña, hasta que lo hizo Ohtani en su año de novato, quien en 2018 registró 22 cuadrangulares y lanzó 51.2 entradas.

Aquello tan solo fue un “tráiler” de la película de Shohei, quien en 2021 se convirtió en la sensación de la MLB. Su promedio de bateo fue de .257, pegó 46 vuelacercas, impulsó 100 carreras, él mismo registró 103 y se robó 26 bases, algo nunca antes visto en la era moderna del beisbol profesional de las Grandes Ligas. Sin duda su desempeño le abrió las puertas al Juego de Estrellas y fue nombrado MVP de la Liga Americana.

En la loma, Ohtani presentó un récord de 9-2 en 23 aperturas, recetó 156 ponches con una efectividad de 3.18 en 130.1 entradas trabajadas.

Por si fuera poco, en 2022, sus números en el diamante se proyectaron como un auténtico fuera de serie. Y es que en el montículo, logró una marca de 15-9 con una efectividad de 2.33 y propinando 219 ponches; todas estas estadísticas estuvieron dentro del top 10 de la Liga Americana.

Además, su accionar en el plato fue igual de sorprendente al alcanzar un promedio de .273, conectando 34 cuadrangulares, 95 remolques y 90 carreras anotadas, mientras cargaba sobre sus hombros a uno Angels sin rumbo.

Si bien Ohtani tuvo un mejor año que su temporada como MVP en algunos departamentos, el nipón entró en la discusión del nombramiento de Aaron Judge como el Más Valioso con su récord de 62 vuelacercas, pues para muchos aficionados, Shohei tenía argumentos suficientes para merecerlo.

El estandarte de Japón en el WBC

Ahora, el compromiso de Ohtani para este 2023 se ha volcado hacia su país Japón, a quienes representará con orgullo en el Clásico Mundial de Béisbol, siendo una de las máximas figuras que pisarán el diamante del campeonato en su quinta edición para llevar a los suyos a conquistar su tercer título en la historia.

Tras conseguir los campeonatos mundiales del 2006 y 2009, los nipones vuelven al ruedo como uno de los máximos aspirantes en el WBC junto a los actuales monarcas Estados Unidos. El factor diferencial para Japón está en el dorsal 16; un lanzador y un bateador prodigio que se muestra listo para el reto y ser la estrella más grande de su nación.

“Recuerdo ver los juegos con el corazón acelerado”, señaló Ohtani en una conferencia de prensa en Tokio en la que fue presentado como parte del róster de Japón. “Ahora puedo jugar. Y realmente quiero jugar bien. Estoy concentrado en ganar”.

“Solo pienso en el campeonato. Solo estoy pensando en ganar. No pude jugar la última vez y este será mi primer WBC. Estoy deseando que llegue. Estoy listo para ir a trabajar”, añadió.

Shohei y Japón se verán en el camino con Corea del Sur, Australia, China y República Checa como parte del Grupo B, donde su actividad dará inicio del 9 al 13 de marzo en territorio propio: el Tokyo Dome, a la espera de lo que pueda ser capaz de construir dentro del diamante, ya sea que tenga una cita reservada en Miami para la ronda de campeonato o se despidan del WBC con la estrella del ‘Rey de los Deportes’ sin el cetro.

‘Sho-Time’ el fenómeno equiparable a Babe Ruth. Ohtani, un pelotero japonés cuya historia en el béisbol y en el deporte comienza a escribirse con letras de oro.