Jon Jones no ha sido solamente un campeón del UFC, es ya un mito. El peleador más joven en coronarse monarca del UFC, quien desde 2011 solamente ha disputado peleas titulares, y quien todavía no sabe lo que es la derrota, vuelve de su ausencia más prolongada y para un reto mayúsculo: ser campeón del peso pesado.
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Para “Bones” Jones esta oportunidad no es solamente para buscar una nueva gloria, sino es el escaparte perfecto para redimirse como el atleta más completo en la historia del UFC.
Como siempre pasa, su planes no marcharon como habían planificado. Su rival no será Francis Ngannou, ante quien tenia planificado enfrentarse en una “mega pelea” que la afición estaba pidiendo, ya que el camerunés decidió marcharse de la empresa.
“Estoy muy bien. Tengo mejor cardio que cualquier peleador de los pesados en el UFC. Y este campamento fue muy fácil. Yo siempre me he mantenido en actividad y fue cuestión de no hacer dieta. Pude comer lo que quería, fue increíble.
Pese a estar fuera del juego durante casi tres años, Jon Jones (26-1-1) ha opinado sobre uno de los temas que más ha impactado en los últimos tiempos al UFC: la polémica por el pago a peleadores.
Para sorpresa de muchos, Jon Jones esta vez no se le fue a la yugular al UFC, a la que le pidió diez millones dólares en su primera intentona de competir por el oro. “Cada uno obtiene lo que genera”, fue el énfasis del peleador en cuanto al ya polémico tema de los ingresos de los peleadores.
“Estoy muy feliz de mi relación con el UFC. Obviamente tenemos mucho en lo que trabajar. Hay muchos peleadores que no están contentos, pero yo estoy feliz. Esto puede sonar un poco frío, pero en la vida, obtienes lo que vales. Generas tanto y obtienes lo que corresponde, así son las cosas, ¿sabes a lo que me refiero? Y siento que he dedicado toda mi vida a este deporte”, opinó Jones, quien tendrá enfrente al francés Ciryl Gane, quien ya monarca interino de los completos.
