Feyenoord no supo cuidar la ventaja en el Olímpico de Roma y con Santiago Giménez que jugó todo el partido, quedan fuera de la Europa League, con goleada 4-1 y en un patido que tuvo que irse hasta los tiempos extras.
Paulo Dybala volvió a ser la pieza clave del Roma. No hay mucho más misterio en la noche europea del jueves en la capital italiana. El Roma parecía muerto, desahuciado con el tanto de Paixao, pero revivió de la mano de un Dybala que, a medio gas, tocado todavía de la lesión que sufrió en la ida, volvió a conducir al éxito a los de Mourinho.
Roma empezó motivado, intenso, acompañado por un Estadio Olímpico lleno, incluida la parte visitante por la prohibición de entrada a los aficionados neerlandeses, que intimidó en los primeros instantes, pero falto de lucidez en los metros finales. La que pone siempre Dybala.
Y es que muy consciente de la importante baja de su rival, el Feyenoord en defensa fue un cerrojo. Juntó la línea de defensa y la del centro del campo y complicó sobremanera el tránsito por el carril central, obligando a los de Mourinho a lanzar el largo constantemente, un remedio que apenas surtió efecto.
Feyenoord no supo defenderse
A todo esto, el Feyenoord llevó el partido a su terreno. Pérdidas de tiempo desde el minuto 1, faltas para cortar el ritmo y tanganas para sacar de quicio a los italianos surtieron el efecto deseado. No se jugaba con regularidad.
Las piernas de los jugadores del Feyenoord empezaron a temblar. Las de los del Roma volvieron a estar frescas. El conjunto de Róterdam empezó a desconfiar, a tener dudas de la que había sido hasta el momento una salida de balón perfecta que derivó en una imprecisa. El gol lo cambió todo.
Pero no se quedó ahí el encuentro. Otra vez Dybala fue la fórmula de la felicidad. Pase de oro a Abraham que el ariete estrella en el meta pero cuyo rechace recogió. Pellegrini encontró a Abraham en el área y el ariete hizo lo propio con El Shaarawy y el mismo Pellegrini para poner el 4-1 definitivo con suspense por la revisión del VAR.
El Roma es Dybala y diez más. El campeón del mundo llevó a los suyos a las semifinales, en las que se medirá al Bayer Leverkusen de Xabi Alonso.
Santiago Giménez merece un párrafo aparte, pese a tener una gran temporada con el eyenoord esta noche en el Olímpico no tuvo su mejor partido, encima estuvo muy accidentado pues Salvatore Fonti, auxiliar de José Mourinho le tiró un manotazo y en la prórroga clavó un planchazo que le costó la roja cuando el partido ya estaba 4-1 para la Roma