La atleta estadounidense Simon Biles, junto con tres compañeras: Aly Raisman, McKayla Maroney y Maggie Nichols culparon a la Federación de Gimnasia de Estados Unidos y al FBI, por la negligencia ocurrida, durante los abusos sexuales que sufrieron ellas y otras deportistas, a manos del exmédico del equipo nacional de gimnasia, Larry Nassar, en 2015.
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“Creo, sin lugar a dudas, que las circunstancias que llevaron a mi abuso y permitieron que continuara, son el resultado directo del hecho de que las organizaciones creadas por el Congreso para supervisar y protegerme como atleta: la USAG y el comité olímpico y paralímpico de Estados Unidos, fallaron en hacer su trabajo. Culpo a Larry Nassar y también culpo a todo un sistema que permitió que se perpetúe su abuso. Nos han defraudado y nos deben una explicación”, declaró Biles ante la justicia.
En julio de este año, Michael Horowitz, inspector general del Departamento de Justicia, presentó un amplio informe, de más de 100 páginas, en el que se detallaba las inexactitudes y errores cometidos por los miembros del FBI, en la investigación del caso. Según afirmaron las protagonistas, los agentes de este organismo le quitaron importancia al asunto, e incluso acusaron la existencia de declaraciones contra el médico que fueron modificadas.
Pese a que la investigación inició en 2015, y Nassar fue arrestado en diciembre de 2016, por posesión de imágenes sexuales de niñas, el caso sigue abierto, con el objetivo de determinar la cuota de responsabilidad de las partes implicadas, además de investigar una posible negligencia por las autoridades encargadas de esta situación. Nassar por su parte, está condenado a más de 200 años de cárcel, tras varias sentenciadas por diferentes delitos, ocurridas entre 2017 y 2019.
Estas declaraciones de Biles, Rasiman, Marony y Nichols, señalan directamente el trabajo del FBI, que pese a contar con varios testimonios, no actuaron de la manera adecuada, generándoles aún más traumas y daño psicológico a las atletas, según afirmaron en sus declaraciones. Las investigaciones siguen su curso, para identificar a los responsables de que los abusos de Nassar siguieran existiendo, pese a múltiples denuncias contra él.