Veinte años de recuerdos y nostalgia de aquel trágico 11 de septiembre de 2001, han llevado al deporte a ser uno de los mejores refugios para la sociedad en donde su corazón necesita un espacio de alegría, que al pasar de los días, será una fecha que perdurará por siempre.
En esta ocasión, se cumple el vigésimo aniversario del evento que estremeció a los Estados Unidos y al mundo entero con el ataque terrorista más significativo de la historia, en el que Nueva York, Washington y Pennsylvania, fueron las ciudades claves tomadas por los ataques del grupo Al-Qaeda, donde las Torres Gemelas, el Pentágono y el Capitolio se vieron derrumbados junto con la paz de millones de ciudadanos.
El parón de las Grandes Ligas y su nostálgico regreso
Toda la actividad deportiva de los Estados Unidos había sido suspendida, incluida la Major League Baseball (MLB) en la cúspide de la temporada regular durante una semana en motivo de luto por las dolorosas pérdidas y todas las víctimas, un hecho jamás antes visto desde el 6 de junio de 1944 tras los acontecimientos de la Segunda Guerra Mundial, lo que llevó a parar por primera vez todas las jornadas de La Gran Carpa.
Con siete días de ausencia en el diamante y una herida que permanecía sin sanar con o sin béisbol, toda la liga y el país se unieron como nunca antes en el que las Grandes Ligas cambiando completamente a aquello que para muchos no lo creían, y que a partir de ese momento confirmaron la denominación de ‘El Rey de los Deportes’.
La MLB no fue la misma, el cántico de ‘God Bless America’ que retumbaba en los estadios al finalizar la alta de la séptima entrada, se volvió un grito de fortaleza para toda norteamérica, demostrando que ante las circunstancias más complicadas, siempre habrá un lucero de esperanza.
We hear 'God Bless America' on 9/11 Remembrance Day during the 7th-inning stretch.#RaysUp #MLB #NeverForget ?? pic.twitter.com/Jq24WGLzJw
— Bally Sports Florida & Bally Sports Sun (@BallySportsFL) September 12, 2020
Asimismo, la rivalidad entre los eternos enemigos de Nueva York-Yankees y Mets-, quedó en el pasado; lo más importante era el mensaje que ambas franquicias querían dar en su regreso el 18 de septiembre, y es que por un lado, tanto los del Bronx como los de Queens, saltaron al diamante portando una gorras con las siglas NYPD y FDNY, de los departamentos de policía y bomberos de la ciudad, en memoria de todos los afectados.
El llamado de unión fue tan grande que Estados Unidos fue testigo del cariño incondicional que jugadores como Sammy Sosa le tenían, ya que en el regreso de los Chicago Cubs, el histórico pelotero recorrió los jardínes portando una bandera norteamericana en su mano mientras el público estremecido por el gesto se le entregaba, repitiendo dicha imagen luego de que conectó, posiblemente, el cuadrangular más significativo.
Un día como hoy en el 2001 ocurrió esto en el primer juego de los @cachorros en el Wrigley Field desde el 11 de septiembre. ¡GRANDE SAMMY! ? pic.twitter.com/5zhFBtK07g
— LasMayores (@LasMayores) September 28, 2017
Una Serie Mundial “sin miedo alguno”
Debido a este terrible suceso y con la postergación de una semana de los juegos de La Gran Carpa, la Serie Mundial no fue la excepción al verse en la necesidad de que los mismos Yankees y los Arizona Diamondbacks, disputaran ‘El Clásico de Otoño’ en noviembre.
Con vistas hacia el futuro en una nación que buscaba la reconstrucción, el máximo evento del béisbol dejó una de las imágenes más impactantes de la historia, teniendo al entonces presidente de los Estados Unidos, George W. Bush, en el centro del Yankee Stadium como el encargado de lanzar la primera bola en una Serie Mundial sostenida por una frase ante los ataques y la melancolía: “Estamos bien. No tenemos miedo”.
Flashback to 2001…..President George Bush throws out the first pitch at Yankee Stadium prior to Game 3 of the World Series after September 11. #NeverForget #September11th ??
— TodayInSports (@TodayInSports3) September 11, 2019
Desde entonces, la sinergia fue descomunal, transformando esta serie en una de las más atractivas, llevando a un séptimo juego que se inclinó hacia los Diamondbacks con el primer campeonato en la historia de la institución.
Todos contra la UEFA
Otro de los capítulos que dio mucho de que hablar el 11 de septiembre, pero no de la manera esperada, fue la avalancha de críticas hacia la UEFA dentro de la jornada programada de la Liga de Campeones, la cual no fue suspendida.
El organismo del ‘viejo continente’ tomó la tajante decisión de no frenar la inauguración de la temporada 2001-2002 con el desenlace de ocho compromisos al reponer simplemente un pequeño minuto de silencio, atrayendo los abucheos del mundo entero ante la falta de solidaridad.
Esto llegó hasta los oídos de la UEFA, quienes de inmediato cambiaron el discurso y pospusieron los encuentros del día siguiente, tanto de la Champions como de la Copa de la UEFA, hasta la próxima semana.
La ‘mano’ de Michael Jordan ante el retraso de su anuncio
Previo al atentado terrorista, la NBA vería con grandes ojos el retorno de la que posiblemente, sea la máxima figura de la duela: Michael Jordan, quien saldría una vez más del retiro para ser nuevo jugador de los Washington Wizards, un secreto a voces que acaparó miles de portadas antes de que se hiciera el anuncio oficial.
Dicha conferencia de prensa estaba pautada a realizarse dentro de la misma semana de los hechos, pero así como la actividad deportiva, el mismo Jordan decidió suspender el evento hasta dentro de dos semanas en lo que sería uno de los eventos más mediáticos del básquetbol.
Con ello, la leyenda de los Chicago Bulls incrementó su grandeza como persona al donar varios millones de dólares a los afectados en el trágico 11 de septiembre.