El destino tiene formas complejas de entrelazarse con la vida de un ser humano. Pequeñas decisiones y circunstancias fuera de nuestro control acaban por determinar los colores de nuestra existencia. En el momento que menos nos esperamos, absolutamente todo puede derrumbarse y para Alex Zanardi, galardonado piloto de Formula 1, su suerte cambió para siempre el 15 de septiembre del 2001 de forma estrepitosa.
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Alessandro Zanardi, quien nació el 23 de octubre de 1966 en Boloña, Italia, encontró su pasión a temprana edad: el automovilismo. A los 13 empezó a correr Go-Carts y al poco tiempo descubrió tener talento nato; los trofeos, preseas y campeonatos empezaron a llegar.
Para 1985, el italiano ya era una de los mejores corredores del continente europeo. Había ganado múltiples campeonatos como el Italian Championship y el European Championship. En la década del 90, compitió en Formula 1 en distintos años (1991,1992,1993, 1994 & 1999).
Es así como llegamos al incidente que casi le cuesta la vida en esa fatídica tarde del 2001. El evento sucedió durante la EuroSpeedway de la división CART Racing en Alemania. Zanardi lideraba la competición en la vuelta número 143 de 154 cuando se vio forzado a entrar a los pits para cargar gasolina.
El italiano cometió la equivocación de salir bruscamente de los pits. La velocidad que su automóvil traía hizo que la maquinaria tambaleara sin control en el centro de la pista. Patrick Carpentier logró esquivarlo por centímetros, pero menos de un segundo después, el carro de Alex Tagliani impactó el costado de Zanardi a una velocidad de 225 km/h.
La colisión fue tan brutal, tan absoluta, que al momento del choque perdió la movilidad en ambas piernas. El equipo médico tuvo que reaccionar a toda velocidad con esta situación crítica en la que la vida de Zanardi se escapaba segundo a segundo. Para el momento en que los primeros auxilios arribaron a la zona del incidente, él se estaba desangrando.
Según los reportes médicos iniciales del accidente, al conductor italiano le quedaban cinco minutos de vida a lo mucho. Por ende, lo volaron en helicóptero al hospital de Berlín. Para el momento en en que lo iban a ingresar al quirófano de emergencia, Zanardi ya había perdido el 72% de la sangre total de su cuerpo.
La situación era tan crítica que los doctores tomaron la decisión de mantenerlo en un coma inducido por una semana en lo que también determinaban cualquier tipo de daño neurológico que Zanardi podría haber sufrido. Desafortunadamente, para salvarlo de morir, los cirujanos llegaron a la conclusión que la única opción viable era amputarle ambas piernas para poder frenar la hemorragia.
Según relata el ex piloto de Formula 1, cuando despertó “sintió más felicidad por descubrir que seguía vivo a comparación de saber que había perdido los miembros inferiores”.
Un nuevo comienzo
A partir de ese día, Alex empezó uno de los regresos deportivos más importantes de todos los tiempos. En repetidas ocasiones ha explicado que su curiosidad por descubrir cómo vivir de nuevo fue lo que lo motivó a seguir adelante.
Encontró una nueva pasión en el ciclismo paralímpico. Su esfuerzo y dedicación lo llevaron a competir en Londres 2012 y Río 2016 donde ganó dos medallas de oro representando a su país. Igualmente, ha competido en distintas carreras de “IRON MAN” durante los últimos veinte años. El astro europeo también se las ha ingeniado para regresar al autódromo en competencias con autos modificados.
Tristemente, Zanardi volvió a sufrir otro crítico accidente en julio del 2020 mientras estaba en su bicicleta. Fue embestido por un camión a una alta velocidad en la provincia de la Siena en Italia. Después de haber estado por varios meses en terapia intensiva, el deportista de alto rendimiento comenzó a comunicarse, pero sin hablar, informó su esposa en una entrevista reciente con BMV Motorsport.
Y aunque el camino hacia la recuperación será largo, el mundo del deporte, especialmente la comunidad del automovilismo, seguirá su desenvolvimiento al ser sin dudas una de las figuras más queridas e inspiradoras.
