Terminó la novela y finalmente, después de una larguísima espera, Kylian Mbappé tomó su decisión y seguirá en el PSG hasta el 2025. El tema Mbappé se había convertido en una novela larga, leonina y desgastante. El futuro del francés era la comidilla de todos los días en el mundo del fútbol, y quedó claro que lo que muchos daban como un hecho, citando fuentes y con pelos y señales, era especulación, incluso rayaba en invento o mentira.
Unos decían que todo estaba listo, otros especulaban con fecha de presentación en el Real Madrid, incluso se imaginaban y proponían alineaciones del nuevo conjunto ‘merengue’ con Kylian Mbappé, todo para quedar con los crespos hechos. Decisión personal y totalmente respetable. Podríamos debatir si se demoró mucho…
Hay quienes creemos que la decisión lógica y correcta era haberse mudado a Madrid, pero por diferentes razones -que incluyen, según él, familia y proyecto propuesto, y que no tienen nada que ver con el dinero- el mejor jugador del mundo hoy, decidió ratificar su compromiso y asumir el reto de buscar la Champions con el equipo parisino.
El Real Madrid, totalmente despechado
Lo que sí es lamentable, es ver la manera como se sataniza al jugador simplemente porque rechazo al equipo que preside Florentino Pérez. Desde los insultos de supuestos seguidores del Madrid, hasta publicaciones sarcásticas de sus colegas del equipo merengue en redes sociales.
El despecho de un gigante como el Madrid, no solo da tristeza, sino que expone las miserias de un equipo que debe tener claro, más que cualquier otro, que las instituciones siempre están por encima de los individuos.
Ni Maradona, ni Messi, ni Pelé jugaron en el Real Madrid y su historia sigue intacta y creciendo en todo sentido. Además, y aunque muchos dicen en caliente que las puertas quedaron cerradas para siempre en la Casa Blanca, sabemos que los goles y el buen nivel en el fútbol abren portones en cualquier momento y para el que sea.