La gran pregunta después de ver la manera como Cristiano Ronaldo y Lionel Messi dominaron a placer el mundo del fútbol manteniendo un nivel de otra galaxia durante aproximadamente 15 años, ha sido quién será el heredero de este trono compartido que tantas alegrías nos dio independientemente de cuál de los dos es el que usted prefiera.
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Cuando se pensaba que indiscutiblemente sería Neymar, fue muy claro poco después de su llegada a Europa que los sueños de este crack brasileño eran muy diferentes a los de sus fans. Pese a su enorme talento, las distracciones nunca lo dejaron tomar el relevo y fue evidente que le interesaba más divertirse jugando al fútbol que esforzarse por heredar el trono.
Hoy pese a que sigue en el más alto nivel con el PSG, quedara en la historia como un fenómeno que vino del país de los fenómenos, pero que no rindió de acuerdo a lo esperado.
Al verdadero heredero lo hemos venido conociendo y nos ha venido deslumbrando tanto con su equipo como con aquella selección francesa que ganó el Mundial de Rusia. Kylian Mbappe no sólo es el gran heredero sino que ya tomó la estafeta.
Siendo para quien escribe el parteaguas ese GOLAZO que le marco al Real Madrid en la ida de octavos de la Champions para la victoria de su PSG, ahora estafeta en mano, sabe que la carrera es larguísima debido a lo alta que quedó la vara.
Menciono este gol en particular por el momento de su carrera en el que sucede, por que se lo hizo al equipo en el que muy seguramente jugará a partir de la próxima temporada y fue como el grito de guerra de aquel que acepta un reto porque se sabe el candidato ideal para conquistarlo.
Ahora le queda correr y no desfallecer, el camino es largo y lleno de dificultades y además con lo inhumano del calendario futbolístico expuesto a lesiones, pero ya asumió el reto como nadie lo había hecho y con ese golazo sobre la hora, tomó la estafeta y partió camino a lo más alto.