París, 31 oct (EFE).- Por primera vez desde 2018, los Pirineos volverán a ser decisivos en el Tour de Francia de 2021, cuyo recorrido será desvelado mañana y que volverá a situar una contrarreloj individual antes de la llegada triunfal a los Campos Elíseos.
Así lo apuntan los rumores previos a la presentación, que el director de la prueba, Chrstian Prudhomme, hará oficial mañana en televisión, ya que la pandemia de coronavirus le obligó a renunciar al tradicional multitudinario acto en el Palacio de Congresos de la capital previsto el pasado jueves.
Los organizadores han recibido unas 300 candidaturas, medio centenar procedentes del extranjero, para acoger la carrera que, pese a los problemas derivados de la pandemia, parece seguir gozando de gran popularidad.
El Tour comenzará el 26 de junio en Brest, ciudad que ha lanzado tres veces la carrera, un récord solo superado por París. La ciudad bretona decidió avanzar un año la salida que tenía previsto acoger en 2022, después de que Copenhague, previsto para el año próximo, renunciara porque coincidía con partidos de la Eurocopa que también se disputan la capital danesa.
La región bretona, tierra de ciclistas, acogerá las cuatro primeras etapas en las que el viento costero puede ser protagonista, así como el Muro de Bretaña, conocido como el “Alpe d’Huez bretón”, con sus 2 kilómetros al 6,9 %, y que puede ser la meta de la segunda etapa.
DEL OESTE AL ESTE
El pelotón pondrá después rumbo al este en una travesía del país que puede acoger una contrarreloj, quizá individual, quizá por equipos, con meta en la ciudad de Laval y algunas citas prometidas a los “sprinters”.
El destino serán los Alpes, que los ciclistas descubrirán el sábado, con una primera cita en el Grand Bornand, antes de que la alta montaña llegue al día siguiente con el ascenso a la estación de esquí de Tignes.
Allí, el Tour pagará la deuda que dejó pendiente en 2019, cuando una fuerte granizada impidió acabar una etapa que culminaba en ese mismo lugar.
Al día siguiente tendrá lugar la primera jornada de descanso antes de una nueva etapa alpina y dirigirse hacia el sur, donde antes de llegar a los Pirineos aparece el Mont Ventoux, el “gigante de la Provenza”, que se ascenderá por vez primera desde 2016, etapa que se recuerda por la caminata que protagonizó Chris Froome tras una caída en la que su bici quedó averiada.
Nimes y Carcasona serán puntos de etapa antes de afrontar el desafío pirenaico, con un aperitivo en el puerto de Pailhères, antes de llegar el domingo 11 de julio a Andorra, por los macizos de Canigou y la Cerdaña.
REPOSO EN ANDORRA
En el Principado tendrá lugar la segunda jornada de descanso que abrirá el desafío final, con una travesía pirenaica de este a oeste, con ascensos previstos al puerto de Lers, el col de la Core y quizá el Portet d’Aspet.
La fiesta nacional francesa del 14 de julio se celebrará con una gran etapa de montaña, entre Muret y Sain-Lary-Soulan, con meta en el col del Portet, bautizado como el “nuevo Tourmalet” desde su descubrimiento en 2018, tras haber superado el puerto de Balès y el Peyresourde.
Una nueva cita pirenaica puede hacer descubrir al pelotón del Tour el col de Bagargi o regresar a Luz-Ardiden.
Una maratón en tierras vascofrancesas y de las Landas conducirá a la carrera hasta los viñedos bordoleses, escenario como en 2018 de la definitiva contrarreloj con meta en Saint-Emilion que acabará de repartir glorias y miserias del Tour de 2021.
Luis Miguel Pascual
(c) Agencia EFE