Madrid, 18 oct (EFE).- La calidad y la técnica no es su punto fuerte, pero el francés del Getafe Allan Nyom es uno de los fijos de José Bordalás gracias a una incansable tenacidad con la que suple algunas de sus carencias para convertirse en un hombre indispensable en el esquema de su equipo.
Con un hueco en el once inicial casi siempre y por delante del lateral derecho uruguayo Damián Suárez, Nyom ofrece pulmones, kilómetros y despliegue ofensivo y defensivo a raudales. Sin embargo, su exceso de ganas por cumplir y su ímpetu en ocasiones desmedido, le convirtió en uno de los principales focos de atracción del partido que ganó el Getafe 1-0 al Barcelona.
Sus acciones acapararon casi todo el protagonismo de un duelo que, sin ellas, podría haber tenido otros nombres propios para acaparar las noticias e imágenes.
Los ejemplos, son variados: la estelar aparición de Pedri, el partidazo del “colombiano “Cucho” Hernández pese a su error final ante Neto, la aparente tristeza de Griezmann, la falta de ideas del Barcelona o la victoria táctica de Bordalás podrían haber sido temas interesantes para sacar a la palestra. Sin embargo, Nyom fue el centro de atención.
Repasar sus acciones y las reacciones posteriores de los protagonistas a ellas exigen unos párrafos. Y, para empezar, hay que hablar de dos tarjetas amarillas que recibieron Gerard Piqué y Jaime Mata en un par de acciones casi sucesivas y calcadas que, comparadas con la que el árbitro César Soto Grande pasó por alto después, eran casi una broma.
Primero, Piqué fue amonestado a los 24 minutos por soltar el brazo en un salto con el “Cucho”. Después, a los 27, Jaime Mata recibió la suya en un incidente similar con el francés Clément Lenglet. Ambas, fueron muy rigurosas si se ponen encima de la que vino luego.
Al filo del descanso, apareció Nyom para soltar, esta vez muy claro, un codazo evidente sobre el rostro de Lionel Messi que enfadó al conjunto azulgrana. Ni siquiera fue amonestado y el argentino lanzó sin consecuencias la falta que señaló el árbitro.
Esa acción del extremo francés le puso en la diana, y, después, en la segunda parte, dio un cabezazo involuntario sobre la barbilla de Frenkie de Jong que tampoco fue objeto de tarjeta amarilla. Mientras, entre las quejas azulgranas, Nyom había conseguido frenar a Ousmane Dembélé y después a Ansu Fati, a quien secó en cada acción hasta que volvió a erigirse como protagonista del choque con otra polémica.
En esta ocasión, vino en forma de posible penalti sobre el joven jugador del Barcelona, que cayó dentro del área en un forcejeó con Nyom. Después, las cámaras de Movistar LaLiga captaron una escena sorprendente.
El jugador francés del Getafe, visiblemente enfadado y con las manos detrás de la espalda, se acercó a Ansu Fati, en el suelo quejándose del golpe que había recibido, y le dejó unas palabras: “¿Con 18 y te tiras así? ¿18 años?”.
Al final, a los 72 minutos, Nyom vio su cartulina amarilla tras frenar a Messi en un contragolpe. Parecía el final de fiesta de su actuación, pero otros se encargaron después de dar más importancia al impetuoso jugador del Getafe.
Koeman, en cuanto acabó el partido, se dirigió a José Bordalás para pedirle explicaciones por la actuación de su jugador, que según el neerlandés, tal y como desveló luego en rueda de prensa, habría recibido varios insultos de Nyom: “Me faltó al respeto, me dijo cosas muy feas”, explicó.
El entrenador del Getafe defendió a su hombre. Bordalás aseguró dudar que Nyom fuera capaz de decir palabras malsonantes a Koeman. “Es una persona muy respetuosa. No permito malos comportamientos y dudo mucho que Nyom haya hecho ese tipo de insultos”, dijo.
Y menos de 24 después del final del partido, Jaime Mata tuvo palabras para Koeman: “Antes de entrenador ha sido futbolista y dentro del campo nos decimos todos un montón de cosas fuera de contexto y de sentido. Todos tenemos la capacidad y la madurez para saber que ese tipo de cosas se dicen en el campo. Si él dice que Nyom le ha dicho algo, seguramente él le ha dicho de vuelta a Nyom. Son cosas que quedan en el campo”.
El caso es que Nyom, sin quererlo, fue el protagonista de un magnífico partido del Getafe que anuló al Barcelona. Después del choque, en el vestuario, los jugadores del Getafe se fotografiaron felices junto a Bordalás. Todos vestidos y sonrientes, mostraron su alegría con el gesto.
Sólo uno posó sin camiseta y con gesto serio. Fue Nyom, que después de 90 minutos a 45 revoluciones por minuto, la velocidad necesaria para hacer sonar correctamente los vinilos de pequeño formato, parecía estar en pleno descanso del guerrero. Esas revoluciones, las más veloces en un tocadisco, aceleran los discos grandes. Y en eso se convirtió Nyom, en una figura enorme para Dembélé y Ansu Fati, que nunca pudieron sobrepasar al jugador del Getafe.
Juan José Lahuerta
(c) Agencia EFE