Indianápolis (EE.UU.), 4 jul (EFE).- El circuito de Indianápolis Motor Speedway será el escenario de una doble jornada con pruebas de la modalidad IndyCar y NASCAR el fin de semana del próximo 4 de julio, pero sin espectadores en las gradas.
Los directivos del circuito habían mostrado su optimismo de que podría haber sido el primer recinto deportivo de Estados Unidos en el que diese la presencia de espectadores en la pandemia del coronavirus.
Pero las gradas estarán vacías al igual que el resto de las pistas ya que las principales carreras se reanudaron bajo los protocolos de seguridad y salud que no permiten, hasta el momento, la presencia de aficionados en eventos deportivos.
El anuncio de los directivos del circuito de Indianápolis confirmó la celebración de las carreras de IndyCar GMR Grand Prix y el Xfinity Series Pennzoil 150 el 4 de julio, y la NASCAR Cup Series Brickyard 400 el 5 de julio, luego de consultar con funcionarios locales y estatales de salud.
“Aunque trabajamos diligentemente para organizar nuestros eventos con los espectadores, llegamos a un punto en el que necesitábamos tomar una decisión final porque el fin de semana de carrera está a menos de un mes”, declaró el CEO de Penske Entertainment Corp., Mark Miles.
“Hoy no es posible confiar en que Indianápolis estará en la Etapa 5 del plan de reapertura del estado para el fin de semana del 4 de julio”, agregó.
El gobernador de Indiana, Eric Holcomb, anunció el mes pasado un plan de cinco etapas para reabrir el estado, con la fase final programada provisionalmente para incluir un regreso a los lugares deportivos el 4 de julio, el mismo día en que se programará una doble cartelera de la Serie Xfinity de IndyCar-NASCAR.
El condado de Marion, sede del circuito de Indianápolis, la ciudad más grande del estado, ingresó recientemente a la tercera etapa.
El circuito atrae a más de 275.000 personas para el Indy 500, el evento deportivo de un solo día más grande del mundo que este año se pospuso 3 meses al 23 de agosto.
En los últimos años, la asistencia a la carrera de Brickyard, modalidad NASCAR, durante el fin de semana ha disminuido. La asistencia estimada del año pasado de 60.000 aficionados fue una mejora con respecto al 2018.
Pero con aproximadamente 235.000 asientos permanentes en la pista, podría haber mucho espacio para que los aficionados se distanciaran socialmente si las restricciones se suavizaran.
El Brickyard 400 de NASCAR todavía está programada para su fecha original del 5 de julio en el histórico óvalo de 2,5 millas (4 kilómetros).
NASCAR reanudó su temporada el pasado 17 de mayo en el Darlington Raceway, de Carolina del Sur. IndyCar abrirá la temporada el sábado, en el Texas Motor Speedway, de Fort Worth (Texas).
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