Sevilla (España), 8 jun (EFE).- El Sevilla-Betis que reanuda LaLiga tras el parón por la pandemia de coronavirus será un partido a puerta cerrada que tuvo un precedente en 2007, cuando se jugó sin público en Getafe 33 minutos de una eliminatoria de la Copa, en la que el marcador no se movió en el Coliseum Alfonso Pérez.
Ese precedente fue totalmente diferente al que se da ahora en la cita del jueves del estadio Ramón Sánchez Pizjuán, pues es otra competición y el partido se disputará completo sin espectadores.
Hace trece años se reanudó en el estadio madrileño, a partir del minuto 57, la vuelta de los cuartos de final de la Copa tras ser suspendido ese partido que se disputaba en el Benito Villamarín por un botellazo lanzado desde la grada que impactó en la cabeza del entonces entrenador sevillista, Juande Ramos.
Por esta acción, el Betis fue sancionado con tres partidos de cierre del Benito Villamarín, entonces denominado Manuel Ruiz de Lopera.
La eliminatoria copera se suspendió el 28 de febrero y el Comité de Competición fijó para el martes 20 de marzo la reanudación a puerta cerrada en un campo neutral.
La ida del Sánchez Pizjuán había acabado con empate a cero y en la vuelta del Villamarín el malí Frederic Kanouté adelantó a los sevillistas con el 0-1 que registraba el marcador hasta que el árbitro, Alberto Undiano Mallenco, lo suspendió.
En las vacías gradas del Alfonso Pérez se cerró la eliminatoria con los 33 minutos restantes, mas otros tres de prolongación dio el colegiado navarro, sin que hubiera goles, por lo que fue el tanto de Kanouté el que le dio al Sevilla el pase a las semifinales.
En esa edición de la Copa, el conjunto de Juande Ramos superó en semifinales al Deportivo de La Coruña y se plantó en la final del Santiago Bernabéu precisamente con el Getafe, que antes había hecho la proeza de eliminar al FC Barcelona.
En esa final fue otro gol del Kaonuté (1-0) el que le dio el título al Sevilla.
Ahora, sevillista y béticos se verán por segunda vez esta temporada, tras el 1-2 con el que acabó el partido de la primera vuelta en un repleto Benito Villamarín.
En esta ocasión el ambiente será bien diferente al vivido entonces en el barrio de Heliópolis, pues las desoladas gradas del estadio de Nervión harán que sea mas perecido a lo vivido hace trece años en Getafe.
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