San Sebastián 30 nov. (EFE).- El nuevo terreno de juego de la Real Sociedad estrenado este domingo ante el Villarreal superó su primera prueba con nota, después de que el club haya tenido que cambiar el césped por tercera vez en los dos últimos años.
El entrenador Imanol Alguacil, tras el encuentro, se declaró satisfecho con la nueva instalación después de haberse quejado en el partido ante el AZ Alkmaar en Liga Europa por el mal estado del anterior, que provocó incluso la lesión en un tobillo durante el calentamiento del lateral Andoni Gorosabel, que no pudo jugar aquel encuentro. Una semana antes se había lesionado Aritz en el calentamiento ante el Nápoles, pero no se relacionó con el estado del terreno.
Los donostiarras habían estrenado un flamante terreno de juego el 15 de septiembre de 2018 contra el Barcelona, integrado en las obras del nuevo estadio Reale Arena, que rebajó la cota del anterior para eliminar las pistas de atletismo e incrementar el aforo hasta los casi 40.000 asientos, pero pronto surgieron los problemas.
En diciembre del pasado año se colocó un nuevo césped, mixto de hierba natural y fibras artificiales, que no superó la prueba y doce meses después la Real tiene su tercer terreno de juego.
El campo donostiarra volverá a albergar un nuevo partido y, por tanto otra prueba para la nueva hierba, este jueves en el partido de Liga Europa ante el Rijeka y luego tendrá “descanso” hasta el día 13 de diciembre, cuando los guipuzcoanos juegan el derbi ante el Eibar cómo locales
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