Redacción deportes,3 feb (EFE).- La navegante francesa Clarisse Crémer (Banque Populaire X), que ha acabado en la duodécima posición de la general de la Vendée Globe, primera fémina en la general, ha indicado que su “objetivo era acabar” y que en ningún momento pensó “en nada de récords”.
Ha invertido 87d.02h.24m.25s para cubrir un recorrido real de 27.687,07 millas náuticas (51.304 km) y batió en récord femenino de la Vendée Globe y el mundial de la vuelta al mundo en solitario en monocasco, ambos hasta ahora en poder de la inglesa Ellen Mac Arthur desde 2001 con 94d.04h.24m.16s logrado el 10 de febrero de ese año con su segundo puesto en la Vendée Globe 2000-2001.
“Precisamente MacArthur ha sido de las primeras en enviarle un mensaje: “Hola Clarisse. Solo este mensaje para darte un gran ‘bravo’ por tu gran carrera alrededor del mundo. Es genial verte en la meta. Realmente ha sido una vuelta excepcional”.
Ha cruzado con su barco el canal de entrada al puerto de Les Sables al compás de ‘Born in USA’ de Bruce Springsteen, su canción preferida, acompañada a bordo por su equipo de tierra, su entrenador Armel Le Cleac’h, y su esposo, el navegante Tanguy Le Turquais.
Fue aplaudida por centenares de aficionados a ambos lados del canal -desde el día 1 se permite que grupos de aficionados visiten una parte de los pantalanes del puerto aún bajo grandes medidas de seguridad antiCOVID-.
A las 18:15, una hora y media después de cruzar la línea de meta, el ‘Banque Populaire’ ha sido amarrado en el pantalán. Al bajar del barco ha reconocido: “ha sido un gran alivio cruzar la meta. Hasta la llegada he estado muy estresada. He luchado hasta el final y estoy feliz por haberlo logrado y le doy gracias a mi equipo por todo lo que ha hecho por mí”.
Sin pensar en lo que ha conseguido ha dicho: “lo más importante es lo mucho que he aprendido en esta carrera; ahora casi me dan ganas de irme con este barco y más ahora que lo conozco tan bien”.
“Me doy cuenta de que al inicio de la Vendée Globe no sabía cómo utilizarlo bien y descubrí a la ‘bestia’ que me enfrentaba sobre la marcha y era bueno sentirse más cómoda en tu máquina. El tiempo de preparación fue un poco corto y lo noté la primera semana en la que estaba un poco intimidada por todo lo que había que hacer”, ha añadido.
En cuanto a lo que ha sido su singladura ha dicho: “Creo que tuve menos problemas que otros en términos de problemas técnicos. Tuve la suerte de tener un equipo ‘loco’ y un barco muy bien preparado. Desde el principio tuve prestarle mucha atención. A veces me arrepiento de no haber tirado lo suficiente de la máquina, pero mi objetivo era terminar”.
“Así que luché por ello, especialmente desde el punto de vista de la fatiga y la sensación de tener constantemente una espada de Damocles sobre mi cabeza, preguntándome cuándo iba a cometer el próximo error. Desde el momento en que dejé de pensar en eso, fui mejorando”, añadió.
“Sabemos que ser mujer en las regatas oceánicas es un elemento de diferenciación. Es un deporte mixto y hay una gran cantidad de regatas oceánicas, pero no existe una clasificación femenina. En el mar soy un navegante y no pienso en que el navegante de delante sea un hombre o una mujer; nunca pienso en eso para nada”, ha finalizado.
A bordo nunca puede faltarle buenas existencias de té, ‘palmeras’ (dulce de hojaldre en forma de corazón), paté Hénaff, un destacado producto de Bretaña, y ‘Jimmy’, el conejo de peluche que le ha acompañado en esta vuelta al mundo.
Y el dato más curioso en su barco: el inodoro y lavabo, diseñado en carbono por Florent Vilboux, responsable de composites del Team Banque Populaire. ¿Y si estos son los inodoros más bonitos de la flota?, indica bromeando la navegante.
En cuanto a su futuro no se crea expectativas. “Solo llevo cuatro años compitiendo en regatas oceánicas. En poco tiempo tuve que acumular y asimilar muchas cosas nuevas. Así que hoy me resulta difícil pensar en lo que pasará a partir de ahora”.
(c) Agencia EFE