La Paz, 10 oct (EFE).- La selección boliviana de fútbol retornó este sábado a La Paz con la consigna de dar vuelta la página tras la goleada por 5-0 sufrido ante Brasil y la mira puesta en la segunda fecha de las eliminatorias del Mundial de Catar 2022, en las que se medirá con Argentina.
“Sin tiempo para lamentaciones. La Verde ya está en su fortín”, titula una nota de prensa difundida por la Federación Boliviana de Fútbol (FBF) para informar sobre el retorno del plantel al país y el trabajo que se ha desarrollado en esta jornada con miras al partido del martes.
El grupo que viajó a Brasil arribó en medio de medidas de bioseguridad como la toma de pruebas PCR para detectar o descartar posibles contagios de la COVID-19, según el comunicado.
Los jugadores y el cuerpo técnico que encabeza el venezolano César Farías esperarán a los resultados de esas pruebas en un hotel y en función de los mismos se unirán luego al grupo que permaneció en La Paz preparando el partido contra Argentina.
“No hay lesionados y todos los jugadores están con ganas de revertir lo ocurrido frente a Brasil y entregarlo todo para llevarse la victoria en casa”, indica la nota de prensa.
Los futbolistas que disputaron el partido en Brasil tienen previsto hacer trabajos de recuperación, mientras que el resto retomó los entrenamientos en la tarde.
Farías se reservó a los bolivianos internacionales más experimentados, el delantero Marcelo Martins Moreno y el centrocampista Alejandro Chumacero, además del juvenil Jaúme Cuéllar, del italiano SPAL, para el partido contra la Albiceleste.
El partido se disputará en el fortín de la Verde, el estadio Hernando Siles, a más de 3.600 metros de altitud, sin público como precaución ante un posible rebrote de la COVID-19.
Las autoridades locales han recordado que la normativa nacional mantiene la prohibición de eventos masivos aunque se han levantado muchas de las restricciones que tuvo en la cuarentena por el nuevo coronavirus.
(c) Agencia EFE