Madrid, 10 jun (EFE).- Tres meses después del último partido oficial el 10 de marzo, el fútbol regresó a España con un duelo atípico, la segunda parte del Rayo Vallecano-Albacete, que fue aplazado el pasado 15 de diciembre de 2019 y se resolvió con un gol del internacional peruano Luis Advíncula.
Fueron solo 45 minutos, los correspondientes a la segunda parte de aquel partido aplazado hace cinco meses y veintiséis días por los cánticos de un sector de la afición del Rayo hacía el ucraniano Román Zozulia, al que calificaron reiteradamente como ‘puto nazi’.
La afición del Rayo volvió a mostrar su opinión antes del partido con una enorme pancarta en los aledaños del estadio en la que se leía “Y Zozulia era, y sigue siendo, un puto nazi”.
El partido se reanudó con empate a cero y un jugador más para el Rayo debido a la expulsión en la primera parte de Eddy Silvestre.
Para gestionar esa superioridad, Paco Jémez optó por una línea defensiva de cinco jugadores para dejar mucho espacio por las bandas a los carrileros, sobre todo al lateral diestro peruano Luis Advíncula, que fue el primero en probar suerte con un disparo que se marchó alto a los cuatro minutos.
Poco después, Advíncula volvió a atreverse desde la frontal del área y su disparo con la zurda lo alojó en la escuadra derecha de la portería de Tomeu Nadal, que previamente había atrapado un cabezazo de Alejandro Catena.
Con ventaja en el marcador el Rayo se relajó y esa actitud permitió que el Albacete ganara algunos metros sobre el campo rival, aunque la superioridad numérica del equipo madrileño le permitió gestionar los tiempos con
David Ramiro
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