Apasionado por los deportes a motor desde pequeño, el mexicano Adrián Fernández comenzó su carrera en el motocross. Sin embargo, una carrera de resistencia, las 24 Horas de México (1981) fue la que abrió su camino en automovilismo.
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Siendo apenas un adolescente, Fernández comenzó a transitar las categorías de formación pasando por el Campeonato de Fórmula Vee -donde ganó el título en 1983 y 1984-, y compitiendo por tres temporadas en la Fórmula K. No mucho después, llegó su internacionalización.
Siempre con los autos monoplaza en mente y la mirada puesta en las principales categorías del automovilismo mundial, Fernández participó en la Fórmula Ford 1600 en Europa, antes de regresar a su natal México para correr y ganar el título de la Fórmula 3, en 1991.
Abriendo caminos
Dispuesto a buscar y abrir nuevos caminos, Fernández decidió competir en Estados Unidos. Ciertamente, no era el primer piloto mexicano en hacerlo, pero con el tiempo se convertiría en uno de los más reconocidos.
Así, en 1992 debutó en el Campeonato Indy Lights y en su primera temporada terminó en tercer lugar tras ganar cuatro carreras, convirtiéndose en el Novato del Año.
En 1993 dio el salto a la Serie CART, compitiendo en cinco carreras con la escudería Galles Racing International, y en 1994 pudo disputar una temporada completa.
En 1996 Fernández pasó al equipo Tasman Motorsports. Junto a ellos, obtuvo su primer triunfo en la categoría (Toronto, Canadá), convirtiéndose en el primer mexicano en lograrlo desde que en 1982 lo hiciera Héctor Rebaque. Todo parecía ir por buen camino. Sin embargo, el chasis Lola con el que corría su equipo, no era el mejor y los resultados se vieron comprometidos.
Las batallas por el campeonato
Dispuesto a cambiar la situación, Fernández buscó opciones y en 1998 se sumó a las filas de la escudería Patrick Racing, con la que pudo pelear por un campeonato que si bien no logró, lo llevó a recibir el Premio como Atleta del Año, en su país.
1999 comenzó con buen ritmo. Fernández se ubicó al tope de la tabla de puntos de la Serie CART… hasta que llegó la carrera de Detroit. Ese día, un accidente que lo dejó con una mano fracturada, lo obligó a perder varias carreras y pese a sus triunfos en Japón (Motegi) y Fontana (California) hacia fines de año, no pudo recuperarse en la puntuación. Lo mejor, sin embargo, aún estaba por llegar.
En 2000 Fernández volvió a pelear por el campeonato CART, sumando puntos en 17 de las 20 carreras de un campeonato en el que conquistó dos victorias: Brasil y Australia. Sobre el final, solo 10 puntos separaron al brasileño Gil de Ferran (campeón) y a Fernández (subcampeón).
Nacimiento del Fernández Racing
Impulsado por nuevos retos, Fernández fundó en 2001, su propio equipo, el Fernández Racing, con el que ganó siendo propietario y piloto (Portland, 2003). Al año siguiente, Fernández Racing pasó a competir bajo la bandera de la Indy Racing League (IRL) y Adrián Fernández obtuvo tres nuevos triunfos: Kentucky, Chicago y California.
Vendrían luego los desafíos en las carreras de NASCAR (Nationwide Series) y las de Grand-Am y ALMS, competencias de resistencia en las que Fernández logro el campeonato en 2009 (ALMS; categoría LMP2).
Al día de hoy, Fernández es un referente cuando se habla de los pilotos hispanos, principalmente en Estados Unidos. Corrió contra algunos de los mejores, estableció su propio nombre, abrió la puerta que luego cruzaron otros mexicanos -corredores y patrocinadores- y desarrolló negocios que para algunos hubiesen sido solo sueños y que él, con visión, esfuerzo y trabajo, supo llevar adelante.