Se efectuaron los cuadros principales del Australian Open y la novedad más importante fue la inclusión de Novak Djokovic (1°) en la grilla de la prueba masculina, tan cuestionada que está su presencia en suelo aussie. De todas formas, este hecho no asegura la permanencia del tenista serbio en Australia, aunque todavía no hayan novedades acerca de lo que hará el Ministerio de Inmigraciones de Australia, un área del gobierno nacional con facultades para deportarlo. El titular de la cartera, Alex Hawk, manifestó que no habrán noticias al respecto durante el jueves.
En cuanto a lo deportivo, el azar indicó que el rival de Djokovic sea un compatriota suyo: Miomir Kecmanovic (78°), de 21 años y también oriundo de Belgrado. Se enfrentaron solo una vez en el tour y curiosamente fue en la edición 2021 del ATP 250 que se disputa en la ciudad que los vio nacer. La victoria le correspondió a Nole, a la postre el campeón del torneo.
Con respecto a la posible baja de Djokovic, la modificación a introducir en el main draw de varones del Australian Open propone dos escenarios. El primero es que que el lugar de máximo preclasificado lo ocupe el ruso Andrey Rublev (5°), el quinto en la siembra original, con el propósito de que el cuadro quede equilibrado con dos figuras de peso en casa sector, y así sucesivamente con otras llaves destinadas para los favoritos. Esta variante corre en el caso que la cancelación de la visa de Nole se lleve a cabo antes del inicio del certamen. Además, implicaría que se sume un nuevo sembrado, que llevará el número 33.
La segunda opción es, por descarte, con la competencia en marcha. Si a Djokovic lo privan de su libertad en Australia en esa circunstancia, será reemplazado por un tenista que haya perdido en la última rueda de la fase previa (lucky loser), quien se medirá con Kecmanovic en el turno inicial.
Mientras tanto, continúa el suspenso de la novela o del Nole-Gate a la espera de la resolución del Ministerio de Inmigraciones local. Rumores hay muchos y todos señalan que la situación de Djokovic es muy complicada, tanto por la adulteración tanto de su visado como la de su información sanitaria. Inclusive, el astro balcánico culpó a un colaborador por los errores cometidos en el relleno de sus datos.
Las leyes australianas son duras en cuanto a estas cuestiones y pueden significarle a Djokovic hasta 5 años de prisión, sin dudas mucho más grave que perderse un Grand Slam. Mientras tanto, el tenista de 34 años continúa con su preparación con vistas al Australian Open, la importante cita que comenzará el lunes 17 de enero en las pistas del predio Melbourne Park. En la foto superior del párrafo se lo puede ver en un alto del entrenamiento que compartió con uno de sus colegas, el argentino Federico Coria (64°).