El pasado jueves 19 de mayo se vivió una de las escenas más insólitas en la historia de la Premier League. Patrick Vieira, entrenador del Crystal Palace, pateó a un aficionado del Everton tras haber sido agredido verbalmente durante la celebración del gol que anotó Dominic Calvert-Lewin.
- LEER MÁS SOBRE: El aspecto del Chicharito Hernández desata burlas en redes
- LEER MÁS SOBRE: Al Chicharito Hernández le brotó el barrio y se pasó de lépero
- LEER MÁS SOBRE: Chicharito Hernández disfruta de su nuevo romance
Patrick Vieira: ¿Agresión o en defensa propia?
Los aficionados del Everton perdieron la cabeza al minuto 85 con la anotación de Calvert-Lewin y la cuál impidió el que fueran relegados de la Premier League. Cientos de personas invadieron la cancha del Goodison Park y lamentablemente, uno de ellos decidió encarar a Viera, quién se dirigía al vestidor.
Patrick Vieira kicking an Everton fan to the ground ??? pic.twitter.com/p6fVvYnzTd
— Breezy (@UtdBreezy) May 19, 2022
Según lo que se alcanza a ver en televisión, el ex jugador del Arsenal al principio ignora los comentarios. Sin embargo, de un momento a otro, él se voltea para darle una patada al hombre que lo agredía verbalmente.
Épica remontada
El Everton tuvo que lograr una legendaria remontada de goles contra cero para evitar descender de la máxima categoría del balompié británico. El marcador concluyó 3-2 a favor de los locales contra la escuadra del Crystal Palace.
This moment, though… ?@CalvertLewin14 ? pic.twitter.com/7lE3IQrx1M
— Everton (@Everton) May 20, 2022
Este épico regreso hizo que Frank Lampard, entrenador del equipo, reaccionara con emotividad: “No estábamos muertos ni sepultados en el primer tiempo”, explicó Lampard al concluir el partido.
“Pero cualquiera desde fuera pudo haber dicho eso. El carácter de este club, de sus aficionados y de sus jugadores nos sacó adelante”, resaltó el ex jugador del Chelsea.
La remontada inició al minuto 54 con un gol de Michael Keane, al 75 el brasileño Richarlison empató el duelo y al 85 Calvert-Lewin desató la euforia con el cabezazo que mandó al fondo de las redes y que propició la invasión al campo por parte de los seguidores del equipo localizado en Liverpool.