La imagen de un equipo campeón o jugador alzando el trofeo es una muy común en una celebración, pero Tom Brady ya está llevando el momento a un nivel emblemático.
- Buccaneers campeones del Super Bowl
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The Weeknd ha dado mucho de qué hablar
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Brady llevó a los Tampa Bay Buccaneers a su segundo campeonato de la historia y, a su vez, conquistó su séptimo anillo de Super Bowl a sus 43 años con la victoria de 31-9 sobre los Kansas City Chiefs en el Raymond James Stadium en Tampa Bay.
Muchos esperaban un duelo de explosión ofensiva con la presencia de Brady y su contraparte de los Chiefs, Patrick Mahomes, pero el duelo terminó de un solo lado.
Dicho esto, los dejo con lo Bueno, lo Malo y lo Feo del Super Bowl LV, que culminó una temporada impredecible debido a la pandemia del coronavirus con un “viejo conocido” en la cima de la NFL.
LO BUENO
BRADY: El ganar un séptimo Super Bowl confirma que el quarterback es el mejor de todos los tiempos. Si algún día la NFL decide hacer algún logo especial con la silueta de un jugador realizando un pase o alzando el trofeo de Vince Lombardi, pues no tendrán que mirar más allá de Brady.
El veterano quarterback silenció a muchos que decían que no ganaría en otro lugar lejos de su exentrenador Bill Belichick, de los New England Patriots, y llevó a los Buccaneers al título en su primera temporada.
En su décimo Super Bowl lanzó para tres touchdowns con 201 yardas aéreas al completar 21 de 29 pases y no fue interceptado. También se llevó el premio de Jugador Más Valioso del encuentro final por cuarta vez en su carrera, superando así los tres de Joe Montana, con los San Francisco 49ers.
“Ha sido un año increíble y el premio es de todos”, indicó Brady. “Hicimos un partido perfecto en defensa y la ofensiva aprovechó todas las oportunidades que tuvimos de anotar”.
Algunos odian a Brady y otros lo adoran, pero sea cuál sea tu preferencia, a la verdad que hay que quitarse el sombrero ante el quarterback de 43 años.
BUCCANEERS: Brady es Brady, pero no se equivoquen los bucaneros son mucho más que sólo Brady. El Super Bowl fue una paliza gracias a un excelente trabajo defensivo que le hizo la vida imposible a Mahomes toda la noche y una ofensiva que encontró su ritmo con la primera anotación a finales del primer cuarto.
Mucho crédito al entrenador Bruce Arians y a sus dos coordinadores Byron Leftwich (ofensivo) y Todd Bowles (defensivo) que delinearon una estrategia perfecta para evitar a los Chiefs repetir como campeones.
ROB GRONKOWSKI: El tight end salió del retiro para unirse a los Buccaneers y dejó su mejor actuación de la temporada para el Super Bowl con seis recepciones para 67 yardas.
Atrapó el primer touchdown restando 37 segundos en el primer cuarto, y luego agregó otra anotación de 17 yardas en el segundo periodo, y ahora tiene 14 recepciones de touchdown en 20 partidos de postemporada en su carrera lo que demuestra que ha sido la mancuerna que forma junto a Brady.
LO MALO
CHIEFS: Tiene que haber un ganador y perdedor en el Super Bowl, pero aún en la derrota en ocasiones hay momentos de brillantez. El único problema es que no hay nada positivo que decir sobre los Chiefs.
Todos los comentarios de una dinastía en ciernes quedaron sepultados momentáneamente a raíz del humillante revés. No estoy haciendo leña del árbol caído. Ahí está el marcador (31-9) como prueba de ello.
Los Chiefs estaban en desventaja de 21-6 al concluir la primera mitad en parte a numerosas penalidades (explicaré más adelante) y su ofensiva nunca pudo encontrar su ritmo contra una hermética defensa.
Fue el peor momento para tener su peor día en todas las facetas de juego.
MAHOMES: No hay dudas de la calidad del quarterback de los Chiefs y esta derrota de ningún modo definirá su carrera ya que parece que habrán varios Super Bowl y quizás hasta títulos en su futuro.
Pero ante los Bucs vivió una pesadilla. Completó 26 de 49 pases para 270 yardas y dos intercepciones, e hizo todo a su alcance para tratar de meter en juego a Kansas City, pero la presión defensiva fue insoportable aún para un buen scrambler como él.
Sólo pudo convertir en tres de 13 situaciones de tercer down, fue derribado en tres ocasiones, golpeado otras ocho veces y abrumado en todo momento.
THE WEEKEND: El espectáculo del medio tiempo del Super Bowl siempre da mucho de qué hablar y la presentación de The Weeknd no fue la excepción. Señores, para los gustos se hicieron los colores y siempre habrá críticas sea bueno o malo el show.
No es fácil seguir a un espectáculo electrizante como el que presentó Jennifer López y Shakira con la presentación especial de J Balvin y Bad Bunny en el Super Bowl LIV del año pasado.
The Weeknd es un galardonado artista ganador de tres Grammys, entre otros premios, y numerosos éxitos. Si eres fanático del canadiense, pues seguramente te gustó, pero a nivel actuaciones de Super Bowl no cumplió con las expectativas.
Tuvo un buen repertorio de canciones, pero le faltó esa chispa que enciende el Super Bowl y considero que cometió un error al no incluir artistas invitados. Pueden estar seguros, pocos recordarán su actuación a menos que estén haciendo un Top 5 de los shows “menos llamativos” por no decir otra cosa.
LO FEO
PENALIDADES Y ÁRBITROS: No voy a separarlos porque ambos van de la mano. En el partido más importante del año la indisciplina de los jugadores de los Chiefs les costó caro, mientras que a los árbitros quizás se le fueron las manos con las banderitas.
Los Chiefs terminaron el partido con 11 penalidades para 120 yardas, pero en la primera mitad cometieron ocho para 95 yardas, incluyendo dos por interferencia en pases que fueron aprovechados por Tampa Bay para dos touchdowns y una ventaja de 21-6 al concluir los primeros dos cuartos.
La línea secundaria de Kansas City es muy conocida por su agresividad, pero en momentos cruciales los agarraron realizando un poco más de actividad extracurricular y demasiado para el gusto del cuerpo de árbitros.
Cuando presentan las repeticiones de las penalidades en las mayoría hubo razones para el castigo, pero también hubo un par cuestionables. Soy de los que pienso que es el Super Bowl, por lo tanto, deja que jueguen.