En enero de este año cuando Deshaun Watson anunció a los medios de comunicación que solicitaría ser transferido de los Houston Texans por no estar satisfecho con las decisiones tomadas por la gerencia del equipo, la NFL entera volcó su atención hacia el estado sureño para tratar de definir cuál sería el destino de uno de los jugadores más electrificantes de los últimos años.
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Sin embargo y en cuestión de semanas, la situación de Watson cambió radicalmente. A finales de marzo empezaron a surgir múltiples acusaciones en su contra. Lo que comenzó como una serie de rumores planteados en Instagram por Tony Buzbee, un reconocido abogado de Houston, ha escalado a que 22 mujeres acusen al atleta de haber abusado sexualmente de ellas.
Ashley Solis, una masajista profesional de la zona donde reside el jugador, explayó en una conferencia de prensa que Watson la forzó a tocarle los genitales sin su consentimiento cuando estaba acostado desnudo sobre la camilla para masajes.
Otra de las presuntas víctimas, Lauren Baxley, le explicó a los medios que Watson se desnudó sin su permiso mientras le realizaba un tratamiento terapéutico en su cuerpo y le solicitó un acercamiento sexual.
En estos momentos el ex campeón nacional con la universidad de Clemson se enfrenta a una demanda civil que podría costarle millones de dólares, pero la reciente intervención de la policía metropolitana de Houston en el caso de ser declarado culpable podría ocasionar que el joven atleta pierda su libertad.
La NFL anunció que también ha iniciado una investigación por su cuenta. Aunque no fuera declarado culpable, Roger Goodell, el comisionado de la liga, tiene la facultad para suspender indefinidamente al jugador por este caso. Es menester mencionar que en el 2010, Goodell, le prohibió a Ben Roethlisberger participar en los seis primeros encuentros de la campaña por haber sido acusado de atacar sexualmente a una mujer de 20 años.
Igualmente, el 7 de abril dos marcas que patrocinaban a Watson: Nike y Beats by Dr. Dre, anunciaron que por el momento dejarían de ser socios comerciales con el MVP del Orange Bowl hasta que se esclarezca la situación. Sea cuál sea el veredicto, una cosa es clara: la reputación de Deshaun Watson no volverá a ser la misma.