Si digo Bruce Lee, quizá pienses en películas Technicolor, en batallas frenéticas y en la farándula holibudiense. Sin embargo, si te digo que Lee es considerado como el padre de las Artes Marciales Mixtas, seguramente no me creerías.
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Como muchos soñadores antes que él, Lee llegó a los Estados Unidos con una maleta cargada, Lee llegó a los Estados Unidos con una maleta cargada de proyectos y, sobre todo, con mucha ambición. Quizá en aquella época estos ingredientes bastaban para hacerse con el sueño americano.
Vino de China, donde había estado estudiando un arte marcial tradicional, practicado en casi todos los rincones del grande asiático. Nada más pisar tierra americana, se dio cuenta de que no era exportable a la población negra, latina o, en general, a personas que poseían mayor altura y fortaleza física. Por eso creo el Jeet Kune Do (JKD) o el arte no arte, el método del no método.
Pero antes de meternos de lleno en cómo forjó este arte marcial que acabo por revolucionarlo todo, es preciso dar una pincelada a su estela como actor y preparador físico de grandes astros del mundo de Hollywood. —No sé si han visto Once Upon a Time in Hollywood, buena película para entender mejor esta faceta.
Un año antes de la inesperada muerte de Lee, en 1972, se estrenó ‘El Regreso del Dragón’ o ‘El Furor del Dragón’ (The Way of Dragon). Se podría decir que es una de esas películas que ya han pasado al imaginario cultural de todo el mundo, además de haber dejado su semilla en el mundo de los deportes, ya veremos por qué.
Con el Coliseo romano de testigo, el Kun-Fu de Bruce Lee se impuso al Karate de Chuck Norris, campeón del mundo de la disciplina en aquel momento. Este filme no solo supuso el choque de dos leyendas, sino también la perfecta confluencia de dos artes marciales muy distintas, aunque suelen confundirse. El kung-fu proviene de china, mientras el karate lo hace de Japón.
Volvamos de nuevo al Jeet Kune Do. Bruce Lee dejó escrito que las peleas reales, esas que se celebran en los callejones y no en los rings, resultan ser siempre impredecibles. Estas disciplinas le resultaron menos acartonadas que las que se practicaban en todas las escuelas de China.
Llegó a la conclusión de que las artes marciales eran universales, solo existía un estilo de peleas: el humano. Así fue cómo Lee se dedicó a mezclar estilos dando lugar a un “no-estilo” armonioso.
Creó un arte marcial sin reglas, sin fronteras, un arte marcial real. Esto resultó ser revolucionario en todo el mundo, dando lugar así a la compleja disciplina de las Artes Marciales Mixtas, que aunque parezca mentira poseen un increíble poso filosófico; algo de lo que ya hablaré en otro post. Para terminar, les dejo un breve fragmento en el que Bruce resume, en pocos minutos, la esencia de dicha filosofía.