México vive un momento pleno en el UFC. Primero el turno fue Africa, el territorio que irrumpió el escenario de las MMA, con tres campeones que en el 2022 dejaron sus respectivos tronos.
Ahora, en el 2023, primero Brandon Moreno y luego Yair Rodríguez, quienes llevaron el oro a México. Ahora el turno es para Alexa Grasso, quien tiene enfrente el menudo reto de enfrentar a Valentina Shevchenko, que suma siete defensas de título consecutivas en la división de las 125 libras femenil.
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“Yo estoy disfrutando el momento. Siempre pensé que mi vida tendría que cambiar y ahora que cambió gracias al UFC estoy viviendo el momento al límite. Yo solamente quiero ir con el cinturón a México”, dijo Grasso muy animada y quien venció a la báscula para hacer oficial esta pelea.
“Para mí es reconfortante llevar el apellido Grasso al octágono del UFC. Valentina es una gran campeona y por eso le vamos a dar a la gente una pelea que van a recordar por mucho tiempo. Estoy preparada física y mentalmente para una guerra y sabemos que muchas gente estará pendiente de este combate”, dijo Alexa.
Y es que Grasso es llamada a ser una de las embajadoras del UFC en México, un territorio que ha ganado mucha atención del UFC, al punto que esta empresa ha decidido llevar un centro de Alto Rendimiento a suelo azteca para desarrollar talento mexicano.
En su momento Dana White, presidente del UFC, se refirió a Grasso como la versión mexicana de la gran estrella, Ronda Rousey.
“Para mí es un orgullo ser llamada así. Gracias a Ronda Rousey, todas las mujeres peleamos en el UFC. Antes, todos pensaban que las mujeres no debían pelear. Quiero que las mujeres aprendan a pelear entono el mundo, no solo para competir, sino para defenderse también en la vida”, sostuvo.
Por último, Grasso explicaba como vivía las últimas horas previas al combate.
“Hay un poquito de nervios y motivación, Quiero ganar ese cinturón. Confío en mi equipo y estoy agradecida con la vida por ponerme en esta situación”, finalizó.
