El rendimiento de un deportista en la cancha es el resultado de varios factores: entrenamiento, preparación física, disciplina, enfoque y motivación, entre otros, pero no es menos cierto que el estado emocional incide directamente en un atleta.
El caso de la tenista puertorriqueña Mónica Puig pasa por la decepción y la angustia.
Puig, quien consiguió la primera medalla de oro para Puerto Rico en unos Juegos Olímpicos en Río 2016, se enteró a través de allegados y de las redes sociales que su entrenador la había abandonado a sólo días de iniciar el cuarto Grand Slam de la temporada, el US Open.
“Ha sido muy decepcionante por circunstancias que han pasado la última semana”, declaró la tenista durante una entrevista con el periodista Kenny Castro, luego de su derrota en la primera Ronda del Abierto de Estados Unidos ante Rebecca Peterson 6-3, 6-3.
“Desafortunadamente me tengo que despedir de este torneo y quería ser mejor. Necesito reenfocarme en lo que viene y lo que sigue, porque una cosa es cierta y es que no me voy a dar por vencida”, agregó.
Puig explicó que su ahora exentrenador Kamau Murray decidió regresar a trabajar con su exjugadora Sloane Stephens lo que la boricua catalogó como una “bofetada” en algunas entrevistas.
“Tuve que enterarme por gente cercana a mí que mi entrenador, no estaba disponible para venir al US Open, cinco días antes del torneo. Él estaba trabajando a escondidas con otra jugadora. Esto influye en la mentalidad y la preparación. Realmente se te cae todo el plan y lo que tenía que hacer. De eso se trata la vida, a veces, la vida no es justa”.
Sloane publicó en su cuenta de Twitter su “sociedad” con Murray. “Feliz de volver con Kamau, emocionada por las próximas dos semanas”
Happy to be back with Kamau – excited for the next couple weeks @usopen ?
— Sloane Stephens (@SloaneStephens) August 21, 2019
Sloane fue campeona del US Open en 2017 y su entrenador fue Murray, pero luego se separaron.
Puig fue muy enfática al referirse a su entrenador. “No he hablado, ni pienso hablar sobre el tema con él”.
De cara al futuro, la boricua dijo que debe que trazarse nuevos planes y estrategias.
“Ahora tengo que sentarme con mi equipo, mi agente, mi madre y mi preparador físico y pensar en el futuro. Añadir la persona que me va a ayudar. Necesito alguien con quien me sienta en confianza y que me ayuda a sentir cómoda en la cancha”.