Hace unos días T. J. Abraham, ex jugador de fútbol americano universitario y actual médico en retiro por motivos de salud, se presentó ante los legisladores del estado de New York para plantearles la posibilidad de prohibir la práctica del fútbol americano en niños menores de 12 años, esto debido al daño que causa a la salud el recibir golpes en la cabeza.
De acuerdo con Abraham, las secuelas que producen los contactos en el emparrillado terminan por afectar a la integridad de los atletas años más tarde. Su caso como él lo menciona es el ejemplo que mejor refleja los problemas de salud que surge, ya que luego de jugar para la Universidad de Duquesne en Pittsburgh y una vez titulado como médico comenzó a experimentar anomalías en su salud como son perdida de memoria y daños en su visión. Debido a ello, el ex jugador se vio obligado a abandonar la medicina.
Ante dicho testimonio, el comité de salud de la Asamblea del Estado de Nueva York analizará algunos estudios médicos realizados por Universidades de prestigio referente a las secuelas que produce el fútbol americano entre los menores de edad y será hasta enero del próximo año cuando se emita su resolución al respecto.