El estadio del equipo de baloncesto Miami Heat pasará a llevar el nombre de la empresa de software Kaseya, que se hizo su socio después de la quiebra del anterior, la plataforma de criptomonedas FTX, anunciaron este martes las partes del acuerdo, en el que está incluido el condado Miami Dade.
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“El colapso de nuestro socio anterior tomó a todos por sorpresa, pero, junto con el condado de Miami-Dade, trabajamos de manera eficiente e increíblemente rápida para llenar nuestra vacante de derechos de nombre con Kaseya, una empresa local, dinámica y en crecimiento que crea oportunidades laborales para los habitantes del sur de la Florida”, dijo en un comunicado Eric Woolworth, presidente de Operaciones Comerciales de The Heat Group.
El equipo de la NBA específica que se trata de “una asociación a largo plazo con Kaseya”. Kaseya, una empresa de software a nivel mundial, tiene su sede en Miami. De acuerdo con su sitio web, las “soluciones” que brinda “son utilizadas por más de 500.000 profesionales de IT en todo el mundo para administrar y proteger más de 300 millones de dispositivos”.
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La empresa tiene 48.000 clientes en más de 25 países y aproximadamente 4.500 empleados. Su sede en Miami alberga a más de 900 empleados.
Daniella Levine Cava, alcaldesa del condado de Miami-Dade, señaló en el mismo comunicado que el condado se siente “orgulloso de cerrar este acuerdo con una empresa local por primera vez en la historia de la Arena”, un estadio con capacidad para 19.600 espectadores inaugurado en 1999 frente a la Bahía de Vizcaya.
Miami Heat quiere borrar de su pasado a FTX
En enero pasado, Miami-Dade y los Miami Heat anunciaron que buscaban un nuevo patrocinador del recinto donde juega este equipo de baloncesto, después de que un juez federal anulase el acuerdo de patrocinio que tenían con la quebrada empresa de criptomonedas FTX, que sucedió a American Airlines como patrocinadora.
El condado, propietario de la instalación, había pedido romper el contrato tras la declaración de bancarrota de FTX el pasado mes de noviembre.
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La firma, que llegó a tener una valoración de 32.000 millones de dólares, optó por la quiebra tras un rápido desplome después de que muchos usuarios se apresuraron a retirar sus fondos en medio de informaciones que ponían en duda la solvencia de la compañía, y su debacle ha causado estragos en el sector.
Su fundador, Sam Bankman-Fried, está acusado por las autoridades de Estados Unidos de múltiples delitos, de los que se declaró no culpable ante un tribunal federal de Nueva York, a donde llegó tras ser extraditado desde las Bahamas, donde residía y tenía sede su empresa.
