Una razón por la que veo a Damian Lillard con tanta reverencia es por su mentalidad, por querer ser parte de la vieja escuela, por querer jugar solo para un equipo y si no gana con ellos (Portland Trailblazers), entonces se siente cómodo sin ganar nada en absoluto. Una mentalidad como ésta en la era de la movilidad y el empoderamiento de los jugadores es una rareza en la NBA, lo que hace que esto sea muy refrescante.
- Lo bueno y lo malo del regreso de la NBA
- Thibodeau trae experiencia a los Knicks
- Cinco estrellas con la presión de ganar
ESCUCHA los mejores shows de deportes en UNANIMO Deportes Radio. DALE CLICK ▶️AQUÍ
A fines de mayo, justo antes de que la NBA anunciara los detalles de un regreso en Disney, Damian Lillard habló con Chris Haynes, de Yahoo Sports, para discutir sus sentimientos sobre el regreso a la liga. Allí, Lillard dijo que solo estaría interesado en regresar si los Trailblazers tuvieran una “verdadera oportunidad” de llegar a la postemporada.
Esto provocó las críticas de los fanáticos y los expertos en las ondas de radio nacionales y creo recordar a cierto individuo (*tose* Dan Orlovsky) diciendo que “Dame” estaba “malcriado” por tomar esta posición.
La conclusión del asunto, para mí, es la siguiente: Lillard estaba perfectamente acertado con sus comentarios. ¿Por qué? La NBA por el momento no había determinado qué modelo seguiría con respecto a un regreso a la liga.
Los Trailblazers en el momento de la “suspensión” estaban fuera de la zona de clasificación de los playoffs (noveno) tratando de abrirse camino de regreso. ¿Por qué Lillard o cualquier otro Trailblazer deberían arriesgarse a lesionarse o contraer el COVID-19 para jugar en partidos sin sentido? Lo que el Sr. Orlovsky y muchos enemigos (“haters”) no entendieron fue que el punto que Damian estaba defendiendo era el querer ser justo.
Más recientemente, el pasado sábado 8 de agosto en un duelo entre Portland y Los Angeles Clippers, Lillard se fue a la línea de tiros libres con Portland perdiendo por un punto (118-117) con la oportunidad de ponerse por delante. De manera inusual, Damian, quien tiene un promedio habitual del 87% de tiros libres convertidos, falló ambos tiros y ante cada fallo sus rivales Patrick Beverly y Marcus Morris Sr., quienes se sentaron a la derecha de Paul George y Kawhi Leonard en el banco de los Clippers, se burlaron de Lillard.
Beverly gritó “Dame Time” y le tocó la muñeca mientras los Trailblazers regresaban al banco técnico después de cometer una falta a JaMychal Green en la siguiente posesión que lo enviaría a la línea. No fue la mejor noche de Lillard y los Clippers derrotan a los Trailblazers.
En la conferencia de prensa de zoom posterior al juego, cuando los periodistas le preguntaron a Damian sobre la burla, Dame respondió que no la vio, pero que en última instancia era una señal de respeto porque es lo que el oponente “espera” de él.
Dame pours in 51! ?☔️@Dame_Lillard's fifth 50+ point game of the season brings the @trailblazers within 0.5 games of the West 8th seed!#RipCity #WholeNewGame pic.twitter.com/3AE3Pbq8Db
— NBA (@NBA) August 10, 2020
Lillard también citó en su respuesta aquella oportunidad hace seis años contra Houston para eliminarlos en el Juego Seis de los Playoffs 2013/2014, del que Beverly era miembro de los Rockets en ese momento.
La siguiente pregunta fue en referencia a Paul George, quien aparentemente también se burló de Lillard “saludándolo” mientras caminaba hacia el grupo después de la segunda falla. El pobre George no pudo ocultar sus halagos mientras imitaba al hombre que lo saludó tras eliminar al OKC Thunder en uno de los tiros más fríos en la historia de la NBA desde el logo en la cara de George para ganar la serie 4-1 en 2018/2019.
Lillard no se excusó, pero respondió a la prensa: “Lo mandé a casa (a Beverly) antes, al final de un partido (temporada 2013-14), mientras a Paul George lo envié a casa el año pasado en los playoffs”.
En última instancia, se trata de acciones y no de palabras. Esa derrota ante los Clippers no ayudó a Portland en la búsqueda del octavo sembrado, pero la verdadera respuesta de Lillard llegó en el siguiente partido frente a unos Philadelphia 76ers plagado de lesiones. Dame anotó 51 puntos con un 57% de tiros para mantener a Portland con vida y en una mejor posición para luchar por el octavo sembrado.
Lillard encarna a un verdadero líder que habla con convicción defendiendo su honor ante la prensa y valiéndose por sí mismo en cada oportunidad que tiene en la cancha.
En este momento, los Portland Trailblazers han demostrado que estoy equivocado. Escogí a los jóvenes y futuros Pelicans de Nueva Orleans para llegar a los playoffs sobre ellos y fueron eliminados de la contienda de postemporada con su derrota ante San Antonio y la victoria de Portland sobre Filadelfia. Fue un error de mi parte sacar de la ecuación al mejor capitán del deporte y subestimar su voluntad de levantar al equipo por encima de sus hombros.
Lo siento Damian. Debería haber sabido mejor.