La temporada 2020-2021 de la NBA está a punto de llegar a su fin. Con la llegada de la Gran Final entre los Bucks de Milwaukee y los Suns de Phoenix el espectáculo para el primer juego estaba garantizado y con un partido digno de esta etapa los Suns superaron 118-105 a los Bucks, amarrando el primer partido frente a su gente en el Talking Stick Resort Arena.
En un juego de ida y vuelta constante Phoenix supo imponer su juego; pese a la rapidez de la escuadra comandada por Giannis Antetokounmpo, los Suns salieron inspirados por el aliento de su gente y con ello dominaron el juego durante la primera mitad para irse al descanso 57-49.
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La combinación trepidante entre Chris Paul y DeAndre Ayton permitió a los Suns llegar a tener ventaja de hasta 18 puntos. A ellos se sumó un brillante Devin Booker para ensanchar la diferencia en el marcador que hasta el tercer cuarto era holgada a favor de los Suns.
Durante los primeros dos cuartos la escuadra local controló a los Bucks con un buen desempeño en la defensa, sin embargo para la segunda mitad Antetokounmpo, Brook Lopez y Khris Middleton demostraron el desempeño que los llevó a la gran final.
Con sentido de urgencia Milwaukee apretó el acelerador y redujo la diferencia por nueve unidades en la última parte del juego, pero de poco sirvió ante la maquinaria revolucionada que Monty Williams preparó en Paul y compañía.
Sin duda el distintivo de jugador del partido fue para Paul, que no solo se encargó de ponerle el ritmo que quería al partido sino que sus 32 puntos, cuatro rebotes y nueve asistencias permitieron a los Suns ganar su primer partido de Finales desde el 17 de junio de 1993 cuando Phoenix superó 108-98 vs los Chicago Bulls de Michael Jordan.
Por el momento los Bucks pueden permanecer tranquilos con el regreso de la estrella griega a la duela tras su lesión en la serie ante los Hawks de Atlanta. Ahora Mike Budenholzer deberá replantear la estrategia para que Milwaukee busque la victoria en el segundo juego de la Final el próximo jueves 8 de julio.