La NBA está una vez más en el ojo del huracán luego de que la estrella de Los Angeles Lakers, LeBron James, no fuera sancionado por cometer una clara infracción a una de las regla del basquetbol: caminando sin botar el balón.
En el triunfo de la novena angelina sobre Utah Jazz, “The King” comenzaba un ataque para su equipo cuando de repente dio unos pasos dejando de botar la pelota. El reclamo del rival fue evidente y lo peor fue que el referí que estaba a un par de metros ni es inmutó.
Poco después, James -descalzo tras regalar sus zapatos a un niño- en su euforia por una gran jugada defensiva de su equipo, festejó dentro de la cancha y ningún juez le puso un alto.