Miami – Manny Machado poco a poco se aclimata a la costa oeste luego de su histórico pacto de $300 millones con los San Diego Padres y prueba de ello es la camiseta color marrón y amarillo que dice “ManDiego”.
Pero en el fondo de su corazón, Manny siempre será “a Miami Guy” y eso lo tienen claro sus compañeros de equipo que durante el viaje a la Ciudad del Sol para enfrentar a los Miami Marlins se vistieron con el estilo colorido y relajado que acostumbra verse en la costa floridana, y que gusta usar el tercera base.
“Estuvo muy divertido lo que hicieron”, bromeó Machado cuando le preguntaron los medios sobre el “fashion statement” de los jugadores.
Durante los primeros siete años con los Baltimore Orioles visitó sólo en una ocasión el Sur de Florida, pero ahora gracias a su acuerdo de 10 años con los Padres, Machado tendrá la oportunidad de visitar a Miami una vez al año durante la temporada regular.
“El dormir en mi propia cama no tiene precio, además de ver a la familia y amistades que nos han estado apoyando desde lejos”, explicó Machado, quien consiguió más de 50 boletos paara sus amistades.
“Fueron bastantes boletos, pero no hay problema. Cuando estamos en San Diego, ellos están quedándose hasta tarde viendo esos partidos de la costa oeste. Es lo menos que puedo hacer para mostrarles mi agradecimieto. Pero siempre es increíble el poder regresar a casa”, agregó.
El graduado de la escuela Brito Private High en 2010 jugó en el Marlins Park con los Baltimore Orioles en el 2015 y luego durante el Clasicó Mundial de Béisbol del 2017 cuando representó a República Dominicana.
“Nací aquí, por eso es bien especial ya que siempre iba al estadio Pro Player para ver a los Marlins. Quise jugar aquí desde niño y ahora lo hago disfrutando y jugando en las Grandes Ligas. Voy a venir al menos 10 veces. Estoy lejos de mi casa en San Diego, pero el que mi familia me vea es algo que se aprecia”, agregó Machado, quien era fanático de los entonces Florida Marlins.
“Viendo los juegos cuando ganaron la Serie Mundial del 1997 y 2003, y jugando aquí con Dominicana. Son muchos recuerdos y ahora que estoy jugando acá se pueden hacer nuevos recuerdos”.
Y ahora, meses después de firmar su contrato, Machado finalmente está luciendo como el pelotero que los Padres visualizaron cuando le otorgaron los $300 millones al promediar .269 con 23 bambinazos y 62 carreras impulsadas.
Luego de un lento comienzo, quizás presionado por las expectativas o por el hecho de reportarse tarde a los entrenamientos primaverales, Machado encontró su ritmo ofensivo en el mes de junio cuando bateó .314 con 11 jonrones y 26 remolcadas.
El tercera base también ha solidificado la defensa en el lado izquierdo del diamante junto al campocorto novato sensación Fernando Tatis Jr. al desplegar sus habilidades de un Guante de Oro. Y rodeado de un talentoso núcleo joven, Machado espera grandes cosas en el futuro de los Padres.
“Vamos a hacer lo que sea posible para ganar la mayor cantidad de juegos. Nuestro equipo puede lograr mucho ahora y en los próximos años”, señaló.
Sin embargo, a pesar de la fama y las riquezas, Machado sigue siendo el muchacho que se formó en los parques del Condado Miami-Dade y que lo llevaron a ser seleccionado tercero en el draft del 2015.
Una hora ante del inicio del primer encuentro ante los Marlins, el quisqueyano seguía complaciendo a su gente y seguidores tomándose selfies, firmando autógrafos y repartiendo abrazos.
Y cuando parecía que estaba listo para marcharse al camerino, se dirigió hacia el dugout para saludar a otros conocidos, pidió a uno de los allegados de los Orioles un bolso de pelotas usadas, y comenzó a firmarlas y obsequiárselas a los fanáticos ante los gritos de “Manny, Manny”.
No hacía falta explicaciones. La sonrisa de Manny lo decía todo. Estaba de regreso a casa, sólo por tres partidos, pero en fin no hay nada mejor que su hogar.