¿Hola cómo has estado este tiempo después de nuestra separación? Sería la primera pregunta entre dos ex años después.
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La respuesta que obliga el orgullo, “muy bien, feliz de la vida, encontré lo que buscaba, alguien que me llena en todos los aspectos y me valora como tú no lo hiciste”.
La verdad seria, “tengo la bolsa del olvido llena de tus recuerdos y me arrepentí mil veces de partir”.
Así deben pensar el Barça y Guardiola, Han pasado por momentos esporádicos de alegrías que no alcanzan a calificar al estado de ánimo llamado felicidad.
Tal vez la situación económica no sea la mejor para el club, como pasa en muchos reencuentros de pareja, a uno. En este caso, a Pep le fue mejor que al otro, pero de todas formas esa inmensa montaña de dinero ganada en el Bayern y el City no llegaron a comprar el éxtasis que vivieron juntos en la primera vez.
Sé que hay muchos obstáculos para retomar después de tanto tiempo la relación, ambos han cambiado hábitos, debido a las compañías posteriores, pero tienen una misma forma de entender el amor al fútbol, ese que aprendieron a sentir cuando caminaron juntos la senda de la primera felicidad.
Dejen de lado las diferencias, encuéntrense a mitad de camino, olviden los problemas económicos, confúndase en un abrazo y dénse una segunda oportunidad, total, ya son casi libres otra vez.
El Barça y Pep, ahora saben que “separados no hay Paraíso”.