De Tres Coracoes para el mundo, nadie, ni su propio padre hubiera imaginado que su hijo dejaría de ser suyo para convertirse en propiedad del mundo futbolero que lo abrazó como el más grande de todos los tiempos.
La muerte de Pelé (23 de octubre 1940-29 de diciembre 2022) para millones de fanáticos en el mundo entero significa casi la muerte de un ser querido, particularmente los adultos ya entrando en una edad mayor, quien aún les tocó ver las genialidades que Pelé era capaz de hacer dentro de una cancha.
Muy pocos pueden tener el privilegio de nacer dos veces, Edson Arantes llegó al mundo un 23 de octubre de 1940 y Pelé nació un 26 de junio de 1958, cuando en plena final de la Copa del Mundo, armó un gol monumental para enseñarle al mundo que un futbolista de dimensiones nunca antes vistas, dominaría como nadie a la pelota.
Pero si vamos más allá, habrá que dividir la vida de este genio de la pelota en tres etapas y la primera de ellas, no era ni Edson, ni Pelé, era Dico, el apodo con el que era conocido en las calles de su barrio natal, mientras se dedicaba a lustrar zapatos y que en sus ratos libres empezó a demostrar que tenía una relación con el balón que solo pueden mantener los elegidos y que llegó con su ADN
Pelé tenía todo y fue un adelantado en el mejor sentido posible de la palabra, no solo por jugar como nunca, sino que también le aseguró a su padre que ganaría un mundial para Brasil tras verlo llorar luego de la catastrófica derrota ante Uruguay en el Maracanazo y no solo ganó un mundial, ganó tres.
Pelé destacó como el mejor de todos los tiempos, en un país en el que cada cinco minutos nace una nueva superestrella del fútbol brasileño y al que muchos quisieron imitar y nunca pudieron llegar ni a la mitad de sus épicas hazañas.
Debutó con el Santos y más tarde, con sus goles y su clase, se encargó de poner al Santos en lo más alto del mapa futbolero, pero además, mostrando lo que hoy es casi imposible de ver, tener amor por la camiseta que lo vio nacer y rechazó al menos cinco ofertas muy importantes para jugar en Europa con tal de seguir con su querido Santos.
Pelé: The ‘Last Dance’
Con varios títulos locales, dos Copas Libertadores y dos Intercontinentales y por si fuera poco, tres Copas del Mundo, se fue a los Estados Unidos para convertirse en ídolo instantáneo en una nación a la que le importaba poco y nada el fútbol pero igual fue capaz de llenar el Giants Stadium con 80.000 espectadores para ver el ‘Last Dance’ de O Rei.
No hubo cancha que se resistiera a su magia, la cual regó por todo el mundo pero eligió como el jardín de su casa el Maracaná y plasmó en el Estadio Azteca una de las exhibiciones más brillantes que una selección pudo dar durante una Copa del Mundo, algo reservado solo para unos cuantos
Pelé falleció hoy tras una larga enfermedad que le fue presentando complicaciones que fueron minando cada vez más su salud, apenas en septiembre del año pasado todo parecía indicar que gambeteó a la enfermedad al salir bien de una operación de colon, sin embargo a los pocos días sufrió la primera de varias recaídas.
Con su muerte, el fútbol cierra un capítulo de superhéroes, es el último de una generación de futbolistas inigualables en una época dorada en la historia de este deporte y que junto a Maradona, Johan Cruyff y Alfredo Di Stéfano, siempre abrieron el debate sobre quién era el mejor del mundo.
Hace poco más de un año, cuando Diego Armando Maradona falleció, Pelé le dedicó un mensaje en sus redes sociales, donde finaliza diciendo que “Ojalá algún día podamos jugar a la pelota juntos en el cielo”, y hoy O Rei, acompaña al Diez allá arriba.
