Por segundo Mundial consecutivo, Alemania no estará en los octavos de final al no haber conseguido la goleada que necesitaba frente a una Costa Rica que durante buena parte del duelo creyó en sus opciones, pero que también encadena dos ediciones sin superar la fase de grupos.
El partido, muy marcado por lo que sucedió a distancia en el duelo entre Japón y España, condicionaba las opciones de ambos de seguir vos en el torneo, fue un monólogo germano en el primer tiempo, pero se desbocó en el segundo, cuando los “ticos” incluso llegaron a ponerse por delante, resultado que les colocaba entre los 16 mejores y dejaba por unos minutos fuera también a España.
La ilusión les duró apenas tres minutos y desconcierto en los que las cuentas primaron sobre el fútbol, que alimentaron la fe de Costa Rica y crearon el pánico en la tetracampeona, un miedo que acabó por hacerse realidad con la derrota de España ante Japón.
Necesitan los germanos emular a la Roja, que en su estreno goleó a Costa Rica (7-0) y doblegar así la diferencia de goles, que era el factor de desempate. Pero estuvo lejos del objetivo y quedó condenada por la victoria nipona.
Alemania: Siempre hay una primera vez
Nunca antes Alemania había encadenado dos fracasos de esta talla en Mundiales, un naufragio que nació en la derrota inicial contra Japón, que no supieron enderezar frente a España. Y ya fue tarde contra Costa Rica.
Saltó Alemania a finiquitar el duelo ante una mansa Costa Rica y el partido parecía que iba a ser un alud germano sobre la meta de Keylor Navas, que veía como su flanco derecho apenas podía contener las internadas de Jamal Musiala, Serge Gnabry y David Raum.
Keysher Fuller y Joel Campbell estaban desarbolados desde el minuto 2, cuando Keylor tuvo que sacar un balón de Musiala a córner y cinco más tarde sirvió a Leon Goretzka quien disparó demasiado flojo.
Thomas Muller, que llegó al duelo sin haber conseguido un tiro a puerta en todo el Mundial, tras los 10 goles que marcó en ediciones anteriores, también lo intentó a pase de Joshua Kimmich, pero el veterano atacante del Bayern siguió sin puntería.
En paralelo Japón se adelantaba y dejaba a ambos rivales fuera de los octavos de final, aunque las calculadoras echaban humo.
Hans-Dieter Flick sabía que estaba obligado a golear y sacó la artillería. Puso en pista a Niclas Fuellkrug, autor del gol contra España y lanzó la ofensiva, que por dos veces se estrelló contra los palos de Keylor, Musiala en el 61 y uno más tarde Rudiger.
Havertz lograba el doblete en el 84 y cinco más tarde Fullkrug conseguía su segundo tanto en este Mundial, todos ellos insuficientes porque no les alcanzó con ganar pues la diferencia de goles los terminó liquidando y Alemania tendrá que hacer las maletas y ver el resto del Mundial por TV.