Cuando Messi supo que jugaría en Guayaquil, Ecuador, el último partido de la eliminatoria mundialista rumbo a Qatar, nunca imaginó que experimentaría uno de los momentos más incomodos de toda su carrera.
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Segundos después de que el árbitro hizo sonar su silbato que decretó el final del encuentro entre Argentina y Ecuador sellando un empate 1-1, un eufórico aficionado saltó al terreno de juego para dirigirse a toda velocidad hacia Lionel Messi sin que nadie pudiera detenerlo.
Una vez que estuvo frente al delantero argentino lo sujetó por el cuello y gritando “Messi, Messi, Messi, una foto, una foto”, de inmediato hizo clic en su teléfono móvil para capturar quizá la imagen de Lio más incomoda donde sus frases “Pará, pará, pará” proyectan su vulnerabilidad como ser humano por encima de su grandeza como futbolista.
Satisfecho por cumplir su deseo de estar frente a su ídolo y capturar la imagen para la posteridad, al ecuatoriano Jossue Garzon poco le importó ser retirado a empujones por los efectivos de seguridad que resguardaban el estadio Monumental.
Su esfuerzo había valido la pena y para presumirlo, a través de sus redes sociales este escurridizo aficionado de inmediato compartió un post.
“Solo vives una vez y una vez es suficiente para mí, porque conocí al mejor jugador de la historia. Mi querido Leo Messi, gracias por tantos momentos de felicidad que me has regalado en estos años con tu lindo fútbol. Te quiero a ti y a este lindo deporte”, escribió.