Los casi 30 años de trabajo de Ricardo Ferretti de Oliveira como técnico en el fútbol mexicano se resumen en cinco equipos dirigidos, siete Títulos de Liga, una Copa MX y cuatro Títulos de Campeón de Campeones, credenciales suficientes que lo ubican en la cima de los más exitosos junto al desaparecido Ignacio Trelles.
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Sin embargo, en el ocaso de su trayectoria el brasileño naturalizado mexicano decidió emprender un nuevo reto en el banquillo de un inestable equipo que en los últimos torneos perdió el rumbo en la Liga MX y que, gracias a la inhabilitación del descenso, así como a las fuertes inyecciones de dinero puede darse el lujo de seguir militando en el máximo circuito.
De noviembre de 2020 por las filas del FC Juárez han transitado como técnicos Gabriel Caballero, Luis Fernando Tena y Alfonso Sosa, a quien por cierto de último minuto le dieron las gracias el mismo día en que presentaron al “Tuca” Ferretti como nuevo estratega.
Así es como lo quiero ver.
el estilo y personalidad… sus ganas de superarse.
— Alien en tierra? (@Tigre_Alien) June 3, 2021
Los pasos del equipo fronterizo en los últimos torneos le han significado cerrar en el lugar 14 de la clasificación general en el Torneo Clausura 2019, en el puesto 16 en el Apertura 2019, en la posición 13 en el Apertura 2020, y en el lugar 16 en el Clausura 2021.
Bajo este planteamiento resulta casi inexplicable la razón por la cual Ricardo Ferretti decidió a sumarse a un equipo que parece estar condenado a figurar en los últimos lugares, en una institución que tiene en pendiente por resolver un asunto legal con la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla a quien le pertenecía la franquicia que hoy se llama FC Juárez y que todavía reclama bajo el argumento de que un tercero la vendió sin su aval.
En resumidas cuentas, Ferretti tiene en sus manos una papa caliente que podría significarle su retiro del fútbol por la puerta trasera con todo y que nunca ha sido despedido como entrenador.
Ahora bien, entre Juárez y Tigres existe un mundo de distancia, pues mientras que en Monterrey siempre tuvo abierta la cartera para contratar y desechar a cuanto futbolista se le dio la gana, en la frontera norte eso no simplemente no ocurrirá tan a menudo.